Derrotó al PJ, que estaba invicto desde antes de que él naciera
“Qué alegría que hayas ganado, fue una de las mejores noticias del domingo; ahora a seguir trabajando con humildad, Martín”. El audio de WhatsApp de Mauricio Macri, corto pero contundente, aún lo llena de orgullo a Martín Maquieyra, un joven que, con apenas 28 años, le ganó las PASO en La Pampa al PJ del gobernador Carlos Verna.
Nacido en General Pico y diputado de la mano del secretario de Deportes, el Carlos “el Colorado” Mac Allister, hizo historia: desde hacía 34 años que en esa provincia no perdía el peronismo. Su figura fue una novedad en la política. No sólo por su edad, sino porque ganó su interna de Cambiemos contra dos radicales, que cosechó 20 mil votos más que la lista del gobernador. Los números, con respecto a 2015, se invirtieron: de 71 mil de Cambiemos a 95 mil del PJ, la ecuación pasó a 74 mil del peronismo y 95 mil del oficialismo nacional.
“No imaginábamos ganarle al peronismo”, cuenta el joven a PERFIL. La explosión de su figura, tras la elección, lo sorprendió. “Tenía más 350 mensajes sin contestar el domingo a la noche”, relata. “La campaña se basó en la cercanía, e incluimos videos por WhatsApp y hasta una imitación de Mario Bros”, agrega.
La creatividad formó parte de su corta carrera: fue parte de GAP, una agrupación macrista de jóvenes que, a través de la llamada “militancia creativa”, repartió billetes apócrifos con la cara de Amado Boudou en el Congreso en pleno caso Ciccone, o contrató un “barco de la alegría” en una de las marchas contra el kirchnerismo, donde se disfrazaron de ministros de Cristina Kirchner. Una de las “creaciones” más divertidas: La Karina Olga, una agrupación en broma en medio de la causa de la ruta del dinero K que imitaba, en sus pecheras, gorras y calcomanías, la tipografía de La Cámpora. En la Ciudad, trabajó con Esteban Bullrich.
Martín es el hermano del medio de Juan Ignacio y Auxtin (Agustín en vasco). El primero, de 30 años, es un funcionario clave en la Ciudad: maneja el Instituto de la Vivienda y fue uno de los que incomodaron a Cristina Kirchner cuando la ex presidenta estuvo en la Universidad de Harvard.