El juez de Brasil ya tiene el registro de todos los sobornos de Odebrecht
El juez Sergio Moro, a cargo de la megacausa Lava Jato en Brasil, ya tiene en su poder cinco discos rígidos con la contabilidad paralela que llevaba adelante el departamento de coimas de Odebrecht, como informó ayer el diario Folha de San Pablo. El medio, uno de los principales de ese país, definió la documentación informática como “el archivo bomba” del caso. Se trata de documentación interna en soporte digital que llegó desde Suiza, uno de los centros neurálgicos del caso, ya que la empresa brasileña hacía el pago de sobornos desde cuentas en ese país.
Se trata de archivos de un software especialmente ideado para las operaciones financieras ilegales de Odebrecht: M y We b D ay. La Justicia de Brasil necesita esos archivos para respaldar las declaraciones de los arrepentidos que admitieron el pago de coimas a funcionario de Brasil, A mérica Latina y Africa. En el caso de Argentina, se habla de al menos US$ 35 millones en sobornos.
Los discos rígidos podrían contener los datos precisos sobre los beneficiarios de los pagos ilegales en Argentina y otros once países donde operó la constructora. Operaciones Estructuradas llevaba un registro de los sobornos en planillas, como las que reveló PERFIL en junio junto a “Investiga Lava Jato”, un colectivo periodístico dedicado a investigar el pago de coimas en América Latina y Africa.. Este “departamento de coimas” mo- vía los fondos hacia “intermediarios” con funcionarios de distintos países, muchas veces camuflados en otras sociedades fantasma.
La unidad contaba con una contabilidad negra y un sistema de comunicación secreto, llamado Drousys, que les permitía a los ejecutivos y sus cómplices enviarse mails y mensajes protegidos. También contaban con este software, MyWebDay, para llevar la contabilidad de los pagos. Fernando Migliaccio da Silva, alias “Waterloo”, era el encargado de gestionar los pagos de sobornos a políticos brasileños y extranjeros.
Esos sistemas de e-mail y de contabilidad estaban encriptados, ideados para que no puedan ser vulnerados. Además, se encontraban almacenados en Suiza.
Las autoridades debían contar con las contraseñas para acceder a las pruebas. Según Folha,en los archivos no sólo aparecerían funcionarios políticos sino también “judiciales”.
PERFIL accedió a las planillas de la compañía donde se detallaban el monto de los pagos y los alias que usaban los funcionarios e intermediarios que recibían el dinero. En esos documentos, hay al menos cinco funcionarios o intermediarios argentinos identificados con los alias “Duvidoso”, “Festança”, “Síndico”, “Bonito” y “Pato”. L as obras por las que Odebrecht pagó sobornos son, al menos, los gasoductos, como el Libertador General San Martín, y la refinería de Y PF en La Plata.
Se trata de un software especialmente ideado por la empresa