Trump: críticas del principal asesor económico
Gary Cohn, el principal consejero económico de Donald Trump, criticó ayer a la Casa Blanca por no condenar de manera inequívoca la violencia generada por neonazis y supremacistas blancos en las manifestaciones de Charlottesville, Virginia, en las que murió una persona.
Al frente del consejo económico nacional de la Casa Blanca, Cohn es uno de los más prominentes judíos estadounidenses en la administración de Trump. Es, además, uno de los funcionarios con mayor peso en pronunciarse sobre la respuesta que Trump dio a los incidentes del 12 de agosto, en los que perdió la vida una manifestante antirracista tras ser atropellada por un simpatizante neonazi.
Trump dijo que “ambos bandos” tenían parte de la culpa por la violencia que se desató en Charlottesville, y que había “gente muy buena” entre los supremacistas blancos que se oponían a la remoción de una estatua del héroe confederado Robert E. Lee.
“Esta administración puede y debe hacerlo mejor a la hora de condenar de manera rotunda y sin ambigüedades a estos grupos, y hacer todo lo que podamos para superar las profundas divisiones que existen en nuestras comunidades”, dijo Cohn al diario Financial Times.
Sin nombrar directamente a Trump, el consejero económico sostuvo que “ciudadanos que luchan por la igualdad y la libertad nunca pueden ser equiparados con supremacistas blancos o neonazis”. Presiones. Cohn reveló al diario que debió enfrentar “una gran presión” luego de que el presidente pareciera establecer una equivalencia moral entre los supremacistas blancos y los manifestantes antirracistas, pues mucha gente le pidió que renunciara al gobierno.
Explicó que decidió no renunciar a su puesto porque podría hacer más manteniéndose en la administración.
“Como un patriota, no quiero dejar mi puesto. Siento el deber de honrar mi compromiso de trabajar a favor del pueblo estadounidense. Como judío estadounidense no permitiré que neonazis entonen cánticos que dicen ‘los judíos no nos reemplazarán’ sólo para que este judío deje su puesto” .
Otro judío que ha sido presionado para abandonar su cargo es el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, quien se rehusó y defendió a Trump.