VERDE EN NUEVA YORK
A 400 kilómetros de Manhattan, once espejos de agua ofrecen viñedos, bodegas y manzanares. Además, sidras propias, vuelos en globo y rarezas. También se puede ascender a las nubes en un globo aerostático
Los más o menos 23.400 km2 que rodean los 11 sinuosos lagos Finger, en la región centro-occidental del estado de Nueva York, están llenos de colinas azules, ondulantes tierras agrícolas y viñedos que producen algunas de las mejores uvas riesling del mundo. Es una región de encantadoras aldeas y pueblos, con tesoros históricos como el Parque Nacional Histórico de los Derechos de la Mujer en Seneca Falls e Ithaca, sede de la Universidad Cornell, es la joya de la corona regional, con gran abundancia de atracciones culturales. Contigua a la costa del lago Ontario, a las montañas Adirondack y a una serie de escarpados acantilados a lo largo del río Genesee, esta región atrae a excursionistas, aficionados a los barcos, montañistas y otros ávidos de emociones. No trate de ver todos los lagos en un solo día, pues cada uno ofrece su propio mundo vibrante. Los Jardines Botánicos de Cornell son una delicia a principios de verano. En este lugar de 14 hectáreas, 12 jardines de especialidades –entre ellos el jardín Bioswale, con pasto varilla nativo y botón de oro, el jardín botánico Pounder y el jardín de rocas Heasley– se alinean en el borde septentrional del plantel universitario. Desde su trazado en el siglo XIX, los jardines han crecido para brindar todo tipo de especímenes de la botánica. Poca distancia al Norte se encuentra la cascada Taughannock, más o menos diez metros más alta que las del Niágara. Su momento más vibrante es en primavera, cuando el agua cae por una garganta abierta entre los acantilados de más de 120 metros. La admisión es gratuita para los peatones. En un extremo del lago Cayuga, Ithaca es una ciudad llena de música. Courtney Love esparció cenizas de Kurt Cobain cerca de ahí. La Escuela de Música del Colegio Ithaca, que empezó como conservatorio, atrae a músicos sinfónicos, de blues y de jazz. Y sitios como Dock ofrecen música en vivo. Aunque la ciudad es conocida por su Bo Burger, hamburguesa de queso con un huevo estrellado, hay mucha innovación en el mundo culinario. En el enclave Coltivare se venden hamburguesas de alce (US$ 16) y si se anima a regresar a las cascadas, Hazelnut Kitchen da cenas de la granja a la mesa en un
pintoresco ambiente. Al sur del lago Keuka, el museo Corning del Vidrio atrae a visitantes que vienen a conocer su colección de 50 mil objetos de vidrio. El lago Keuka, que da nombre a los vinos de toda la región, es uno de los más pintorescos y menos visitados. En la punta meridional del lago, Keuka Oil Company, en la pintoresca plaza de Hammondsport, ofrece más de treinta aceites de oliva con esencias (US$ 16), como el de palta con ajo y un aceite de semilla de uva. Los senderos de vinos y los manzanares para la producción de sidra se encuentran por toda la región y pueden recorrerse en autos y limousinas (con chofer, US$ 35 por hora). El lago Seneca, de 188 metros de profundidad, está rodeado por más de treinta bodegas. Un chalet con vista a las 32 hectáreas de los viñedos Lakewood en el lago Seneca tiene 14 variedades de vino, entre ellos un Gewürztraminer (US$ 15). En el viñedo Shaw se elabora el Vin d’Orange Shaw, un vino blanco producido como vino tinto, lo que le da su color naranja. En Ravinous Kitchen de Vinos Ravine, un menú con vino cuesta US$ 12. En la orilla occidental de la región, el río Genesee fluye a través del Gran Cañón del Este (el parque estatal de Letchworth), rodeado de 106 kilómetros de senderos para excursionismo, cabalgatas, paseos en moto de nieve o esquí a campo traviesa. También es posible ascender a las nubes en un globo aerostático para ver las cascadas al amanecer (reserve con anticipación, US$ 285). Los lagos también se pueden conocer de cerca en alguno de los recorridos ofrecidos en el Canandaigua Lady, réplica de los botes de vapor del siglo XIX (cruceros con almuerzo desde US$ 35 por adulto y US$ 21 por niño). O bien, alquilando equipo en forma particular, en Canandaigua Sailboarding (US$ 20 por una hora con kayak doble). Momento de remar para olvidarse de los excesos del fin de semana.