Respeto escucha y colaboración
En «un clima positivo, cordial, de respeto y escucha recíproca, con un abierto intercambio de puntos de vista sobre varias temáticas, internacionales y relativas a relaciones bilaterales» tuvo lugar, el miércoles 23 de agosto, el encuentro entre el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y el presidente de la Federación rusa, Vladímir Putin. Lo indica un comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede, que informa del coloquio, que se realizó en la residencia presidencial en Sochi, en la orilla del mar Negro, y duró en torno a una hora. Un clima positivo que, por otro lado, ha caracterizado todo el via- je del purpurado en Rusia, sobre todo los encuentros con el patriarca ortodoxo Cirilo y con el metropolita Hilarion de Volokolamsk, presidente del Departamento para las relaciones externas del patriarcado de Moscú, además de los encuentros con la comunidad católica.
Los agradecimientos del secretario de Estado por la acogida y por la invitación —y sobre todo los saludos en nombre del Pontífice— fueron devueltos por el vivo recuerdo del presidente Putin de sus dos visitas al Vaticano, en 2013 y en 2015, y de las conversaciones personales con Francisco. El cardenal Parolin también subrayó con satisfacción el desarrollo que, gracias a encuentros, contactos e iniciativas, están teniendo las relaciones con la Federación rusa, citando entre otras cosas el acuerdo, firmado el martes pasado, sobre viajes sin visado para los diplomáticos. Por su parte, también Putin valoró como constructivo y basado en la confianza, el diálogo desarrollado con la Santa Sede y expresó satisfacción por lo que inició de forma directa entre las Iglesias católica y rusa. Los valores humanitarios comunes defendidos por la Santa Sede, afirmó el presidente, están en la base de las relaciones con la Federación rusa como también del diálogo con la Iglesia ortodoxa.
Putin aseguró que continuará trabajando constantemente por la realización de los acuerdos alcanzados en las conversaciones con el Papa.
En lo que se refiere en particular a las relaciones entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa rusa, el secretario de Estado reafirmó el desarrollo de una nueva dinámica, con el deseo de que se siga trabajando en esta dirección para expandir la cooperación y la cercanía entre las dos Iglesias.