AUSTRIA EN ELECTRO-BICI
En Haus, a 94 kilómetros de Salzburgo, comienza una red de 930 kilómetros para bicicletas. ¿Cuesta arriba? Sí, pero con una eléctrica es mucho más fácil para jóvenes y adultos.
Por las praderas del valle del Enns, en el estado de Estiria, existen 930 kilómetros de rutas señalizadas para ciclistas. ¿Empinadas? Sí, pero ideales para bicicleta eléctrica
En el pasado, ir en bicicleta por la montaña fue una actividad reservada a personas bien entrenadas. Sin embargo, desde que comenzó el “boom” de las bicicletas eléctricas, también los que no cuentan con una excelente condición física pueden alcanzar la cima. Y son cada vez más los jóvenes que recurren a esta modalidad de desplazamiento menos esforzada. Vamos montaña arriba, de forma empinada. Aun así, el pedaleo resulta ser asombrosamente fácil. Subimos en bicicleta de montaña pero con un empuje eléctrico. Una auténtica aventura para los amantes de la bicicleta que se sienten más cómodos en superficies llanas. “Créanme. Van a disfrutar el día”, nos había prometido por la mañana la entrenadora Melanie Schaumberger. El punto de partida es la localidad de Haus, en el valle del Enns, en el oeste del estado austríaco de Estiria. Un pueblo idílico, situado en un imponente paisaje enclavado entre las montañas Schladminger Tauern, en el sur, y las Dachstein, en el norte. Poco después de la salida comienza el ascenso por una zona boscosa con colinas. Después siguen algunas rampas cortas. Ponemos la batería en la posición dos de un máximo de cuatro. Ningún problema. El principiante intenta usar lo menos posible la batería para que la asistencia eléctrica también esté garantizada al final de la jornada. “Las bicicletas eléctricas de montaña son la última tendencia en el ámbito del ciclismo”, dice Heinz Hartweger, un ex ciclista profesional, guía para ciclistas de montañas y hotelero en la región de Schladming-Dachstein. El potencial de conflicto que se temía al principio no se ha dado. “No hay que tener miedo de que ahora todas las cimas sean invadidas por personas que van en bicicleta eléctrica de montaña”, asegura Hartweger. David Eisenberger, director de marketing y comunicaciones de la Unión Industrial de Bicicletas (ZIV), lo confirma. “Al principio fueron sobre todo las personas mayores quienes prefirieron recurrir a la ayuda eléctrica. Sin embargo, ahora también han descubierto las bicicletas eléctricas, especialmente las de montaña, muchos ciclistas más jóvenes y ambiciosos”, explica Eisenberger. Entretanto, el grupo de ciclistas ha logrado con éxito el ascenso a los montes Birnberg y Sattelberg, en las montañas Dachstein. Y uno tiene la sensación agradable de estar prácticamente solo al recorrer el trayecto en bicicleta de montaña. Después de un viaje de más de 75 minutos, que nos hace sudar a pesar de la ayuda de un motor, tomamos nuestro primer descanso en el monte Kulmberg, a una altura de 1.273 metros. Ya hemos salvado un desnivel de 635 metros. Motivo suficiente para respirar hondo y disfrutar de las impresionantes vistas del valle. En la pradera alpina Sonnenalm, almorzamos brettl-jause, una comida tradicional estiria compuesta por varios tipos de carne de cerdo y salchichas. Después, bajamos la montaña por caminos sin asfaltar, un descenso tan pronunciado como el ascenso en la mañana. Necesitamos concentración, técnica para maniobrar y buenos frenos. Pero después de todo, nos divertimos. Hacemos una pequeña excursión adicional a Schladming, hacia el centro del deporte de invierno. Durante el tramo final del tour, que bordea el río Enns, el grupo tiene que luchar menos contra el desnivel que contra el viento que comienza a soplar. Hemos recorrido 45 kilómetros y salvado un desnivel de 890 metros, y sólo se ha descargado poco más de la mitad de la batería.
El ascenso es por una zona boscosa con colinas; después siguen rampas