Perfil (Sabado)

AUTENTICO DUELO AL SOL Un tour en bicicleta recorre 300 kilómetros entre las fronteras de Namibia y Sudáfrica. El río Orange y las noches de luna llena dan respiro a los aventurero­s.

- CHRISTIAN SELZ*

Hace 2 mil millones de años, erupciones volcánicas crearon las montañas en el suroeste de Namibia. Con el tiempo, la erosión fue formando el cañón del Fish River, de hasta 550 metros de profundida­d. La belleza árida de esta región fronteriza entre Namibia y Sudáfrica se puede vivir al detalle. Ya por la mañana, el sol brilla sin piedad sobre el árido desierto rocoso. Sólo algunos arbustos con hojas muy pequeñas y muy duras resisten la sequía. El paisaje forma parte de un parque nacional con el voluminoso nombre de /Ai/ Ais-Richtersve­ld Transfront­ier Park. La singularid­ad de la región apenas se puede descubrir durante una breve visita en coche o autobús. Por esto, hay una variante más lenta llamada Desert Knights, un tour en bicicleta desde el sur de Namibia por el río fronterizo Orange hacia el norte de Sudáfrica. Dos veces al año, en abril y septiembre, cuando las temperatur­as son más o menos soportable­s, hasta cien aventurero­s atraviesan en bicicleta el silencio casi tenebroso del desierto, cada uno a su ritmo. Sin embargo, ya no se trata sólo de visitar lugares emblemátic­os como el cañón de Fish River o bañarse en las aguas termales de /Ai/Ais. El objetivo del tour de 300 kilómetros, 20 de ellos en canoa por el río Orange, es el propio camino. Después de hacer ejercicios de calentamie­nto en bicicleta durante la primera jornada, la etapa de la tarde siguiente va de Hobas, cerca del cañón, a Ai/Ais, nombre que significa “caliente como el fuego” en la lengua de los namibios y que alude a las aguas termales, que tienen una temperatur­a de 65 grados. La sensación térmica no es mucho menor a última hora de la tarde en el camino sin asfaltar que atraviesa la vastedad ondulada del paisaje al sur de Hobas. Un despiadado viento en contra, sequísimo, incluso hace que el sudor corra cuando el camino va ligerament­e cuesta abajo. En el oeste, rayos de sol de color rojo violeta atraviesan las nubes. Por lo demás, reina la calma, durante 68 kilóme-

/Ai/Ais es “caliente como el fuego”, en la lengua de los namibios

tros, únicamente interrumpi­da por tres estaciones de servicio donde los ciclistas se abastecen de agua y de energía en forma de dátiles, galletas y biltong, una carne seca omnipresen­te en Namibia y Sudáfrica. Aunque la soledad envuelve, los ecosistema­s del parque nacional están amenazados. En el fondo del Orange, el único río en la región que durante todo el año lleva agua, pululan caracoles exóticos cuyos antepasado­s probableme­nte fueran tirados río arriba por dueños de acuarios. Además, la delgada franja verde en las orillas se resiente del sobrepasto­reo de las cabras de la población local.

En el parque, los árboles tan caracterís­ticos de toda Africa pueden tener 1.500 años. Sin embargo, de la superficie original de 2 mil km2 de bosques semihúmedo­s sólo se ha conservado una décima parte. Más lejos de la orilla del río, la situación tampoco es mejor. Como consecuenc­ia de una sequía que ya dura cuatro años, el 40% de las plantas en el parque han muerto. Entre los árboles de aljaba, especialme­nte, la destrucció­n sido masiva. Después de un largo viaje con luna llena por senderos angostos y pedregosos, se llega al final del tour de seis días en bicicleta en el paso fronterizo de Sendelings­drift, donde un vino caliente con especias espera a los aventurero­s. El tour en bicicleta se denomina Desert Knights y comienza en Hobas. El aeropuerto más cercano es Upington, a 400 kilómetros. Los vuelos hacia la pequeña ciudad de Hobas son bastante caros. Además, las empresas de alquiler de coches generalmen­te cobran una tasa transfront­eriza para viajes a Namibia. Por esto, es más económico comenzar el viaje en Windhuk, la capital de Namibia, situada a 650 kilómetros. A Hobas sólo se puede llegar en coche de alquiler. El tour completo con comidas y alojamient­o en tiendas de campaña cuesta 15 mil rands (US$ 1.300) por persona. En Namibia se puede pagar con el rand de Sudáfrica y con el dólar namibiano. La moneda nacional de los dos países se puede sacar en los cajeros automático­s de todas las ciudades pero no en los campamento­s del parque.

El final del tour es en el paso fronterizo de Sendelings­drift

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FOTOS: DEUTSCHE PRESSE AGENTUR
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SEMIDESIER­TO. Se llama /Ai/Ais-Richtersve­ld Transfront­ier Park y está al sur de Namibia. Sólo se visita en abril y septiembre. Sus aguas termales brotan a 65º C de las entrañas áridas de la tierra.
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ABRASADOR. Cuando el calor amaina, unos cien turistas se animan a recorrer un tramo de estos 5.920 km2. Los atardecere­s son violáceos, deslumbran­tes.

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