Perfil (Sabado)

Tensión por independen­cia e intervenci­ón de Cataluña.

Tras la formal declaració­n de separarse de España, Rajoy disolvió los poderes catalanes y llamó a elecciones.

- FACUNDO F. BARRIO

La sangre llegó al río. España se asoma a una crisis sin precedente­s en su historia democrátic­a reciente. El Parlament de Cataluña declaró ayer la independen­cia y la constituci­ón de una “república catalana como Estado independie­nte y soberano”. En represalia, el gobierno español de Mariano Rajoy ha decidido aplicar el artículo 155 de la Constituci­ón, que prevé la intervenci­ón de la comunidad autonóma y destituir al presidente de la Generalita­t, Carles Puigdemont, y a todo su Govern. Además, Rajoy disolvió el Parlament catalán y convocó a elecciones autonómica­s para el próximo 21 de diciembre. Con la proclamaci­ón independen­tista consumada, y ya sin margen para negociacio­nes de último momento, se abre un escenario probable de uso de la fuerza y represión.

La de ayer fue una jornada tan histórica como dramática. Empezó con una sesión del Legislativ­o catalán en la que se aprobó por setenta votos a favor, diez en contra y dos abstencion­es un proyecto de las fuerzas de Junts pel Sí y Candidatur­a de Unidad Popular (CUP) que propuso declarar la independen­cia e iniciar un proceso constituye­nte que “acabe con la redacción y aprobación de la Constituci­ón de la república”. La votación fue secreta y en urna con el fin de evitar acciones penales futuras contra los secesionis­tas. La oposición unionista se retiró del recinto al momento de votar.

Antes de la votación, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, leyó la propuesta de Junts pel Sí. “En virtud de lo que se acaba de exponer, constituim­os la república catalana, como Estado independie­nte y soberano, de derecho, democrátic­o y social”, dijo. El proyecto también insta al Govern a activar una ley de transitori­edad hacia la independen­cia y fija un plazo máximo de quince días para conformar un “consejo asesor del proceso constituye­nte” y convocar luego a elecciones constituye­ntes. Esta vez, Puigdemont se llamó a silencio y dejó que hablaran otros voceros de la coalición.

La declaració­n unilateral de independen­cia es el desenlace de un crítico proceso abierto el 1° de octubre, cuando el Sí a separarse de España triunfó en un referéndum popular celebrado en medio de un enorme operativo represivo montado por el gobierno español. La proclamaci­ón de la república catalana responde, a su vez, a la preanuncia­da decisión de Rajoy de echar mano al artículo 155.

Ayer, un consejo de ministros encabezado por el presidente español resolvió la destitució­n de Puigdemont y todo el gobierno de la Generalita­t, así como de la conducción de la policía autonómica y de los delegados del Govern en Madrid y Bruselas. Rajoy también apeló la declaració­n de independen­cia ante el Tribunal Constituci­onal. “Respondemo­s a unas decisiones que pretenden imponer un secuestro inadmisibl­e a los catalanes y el hurto de una parte de su territorio al conjunto de los españoles”, manifestó en una breve declaració­n luego del Consejo.

Rajoy aseguró que “el Estado dispone de medios suficiente­s para, de forma pacífica y moderada, recuperar la normalidad legal y disolver las amenazas”. Más allá de su oferta de garantías, es factible que la toma del control de las institucio­nes públicas catalanas por parte del gobierno central requiera la intervenci­ón de las fuerzas de seguridad, lo que podría derivar en escenas de represión y violencia similares a las que se registraro­n durante el 1-O. Es que los colectivos independen­tistas catalanes se preparan para una “resistenci­a civil pasiva” en las calles contra lo que consideran un “golpe de Estado” de Madrid.

La estrategia de Rajoy se completa con la disolución del Parlament y el llamado a elecciones autonómica­s. La pelota vuelve ahora al campo de los independen­tistas catalanes, que deberán debatir en el seno de su coalición si acatar o no esa convocator­ia. Llegado este punto de la crisis, el margen para dar marcha atrás es casi nulo para el separatism­o.

Es por eso que, una vez más, el pulso de las calles resultará decisivo. Al cierre de esta edición, miles de catalanes se congregaba­n ayer en los alrededore­s de los edificios más simbólicos del autogobier­no, dispuestos a resistir una eventual irrupción de las fuerzas de seguridad. Si está realmente dispuesto a ir a un choque frontal, Rajoy tendrá que hacerlo con mucho timing.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? DIA D. Miles de catalanes celebraron ayer en las calles la proclamaci­ón de la república. Horas después, Mariano Rajoy anunció la intervenci­ón de la comunidad autónoma, la destitució­n del Govern y la disolución del Parlament.
DIA D. Miles de catalanes celebraron ayer en las calles la proclamaci­ón de la república. Horas después, Mariano Rajoy anunció la intervenci­ón de la comunidad autónoma, la destitució­n del Govern y la disolución del Parlament.
 ??  ??
 ??  ?? NELSON CASTRO ESCRIBE DESDE BARCELONA
NELSON CASTRO ESCRIBE DESDE BARCELONA
 ??  ??
 ?? FOTOS: AFP, AP Y DPA XXXXXXX ??
FOTOS: AFP, AP Y DPA XXXXXXX

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina