Dos de los tripulantes no se embarcaron
Los dieron por desaparecidos. Sus nombres figuraban en el listado de la tripulación del ARA San Juan pero por distintas razones no se subieron al submarino y hoy rezan para que sus compañeros sean rescatados con vida.
Humberto Vilte y Adrián Rothlisberger –de ellos se trata– abandonaron la ciudad de Ushuaia poco antes de que el buque zarpara. El primero desertó de la misión cuando supo que su mamá había sufrido un problema grave de salud, y el otro solicitó un permiso especial para regresar a su ciudad natal.
Vilte es jujeño pero hace varios años reside en la ciudad de Mar del Plata, como la mayoría de los tripulantes del submarino. Estaba en el hospital acompañando a su mamá cuando se enteró por la televisión que el submarino había perdido contacto. Pocos días después regresó a la ciudad costera para seguir de cerca las novedades del caso y acompañar a los familiares de sus compañeros.
Rothlisberger es chaqueño. Tiene 26 años y hace ocho que forma parte de la Armada. No se subió al ARA San Juan porque había pedido un permiso especial para cerrar una operación inmobiliaria. “Ya tenía sus cosas listas y lo bajaron momentos antes de subir”, contó su mamá Sandra Alvares a medios chaqueños. Rothlisberger se salvó por unos segundos.
La noticia de la desaparición del submarino con sus 44 compañeros lo afectó mucho pero igual decidió reintegrarse a la fuerza para seguir en funciones. Le pidió a su mamá que lo acompañara en su viaje desde Villa Angela a Mar del Plata.