Perfil (Sabado)

Reacciona el dólar.

- PAOLA QUAIN

El ruido político llegó a los mercados: cerró a $ 17,85, mayor valor en un mes.

El ruido político que generó la represión fuera del Congreso el jueves cuando se preparaba para tratar la reforma previsiona­l se trasladó al dólar que repuntó con fuerza ayer y cerró a $ 17,85 para la venta en las casas de cambio, después de subir 18 centavos.

El tipo de cambio llegó así a su pico máximo en más de un mes, en medio de los incesantes reclamos del sector industrial por atraso cambiario. Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de cambios dijo: “Se observó mucha volatilida­d y el resultado final fue una suba de 6 centavos en el mayorista donde el volumen operado fue muy superior a lo habitual, llegó a US$ 800 mil”.

Para Quintana, “vemos que se adelantaro­n operacione­s, hay mucha necesidad de pesos para pagos de medio aguinaldo, bonos de fin de año, gratificac­iones”. Además, aseguró que es posible que la volatilida­d continúe en lo que resta del mes y que no sorprender­ía un repunte del dólar en la última semana del año”. Además, resaltó que los bancos públicos no mostraron una postura común, algunos compraron y otros vendieron.

En las mesas de operacione­s de los bancos vinculan el mayor volumen operado a los disturbios del jueves y evalúan que “el Gobierno se confió al pensar que iba a poder aprobar una reforma previsiona­l sin ruidos en pleno diciembre”, y no coinciden con Fede- rico Sturzenegg­er, presidente del Banco Central cuando dice que “no hay estacional­idad en los precios”. En sus monitores se alternan los números del mercado con la repetición de las imágenes de gendarmes al rededor del Congreso. Inflación. Para los ejecutivos privados, la suba de precios no regulados estará en el último mes del año en torno a 1,2%, igual que los regulados, por lo que diciembre cerrará en 2,4%. El Central, más optimista, espera que los precios no regulados sean de 1% en los últimos 31 días del año.

Pero los directivos de bancos privados creen que si la tensión en las calles crece, las cosas pueden cambiar. “La remarcació­n de precios existe, creo que pasamos de un extremo al otro entre la gestión anterior en la que se quería regular toda la cadena y la actual que cree que todo es por emisión”, se sinceró un direc- tivo del sector privado. Por lo tanto, las estimacion­es de las dos primeras semanas del mes podrían no cumplirse, y si el Gobierno avanza con aprobar esta reforma sin consensos, los precios en las góndolas “van a subir un poco más y estaremos cerrando el año en torno al 24% de inflación.

Por otra parte, para los operadores de mercado, un efecto del ruido político es que se disiparon las dudas sobre la necesidad de que el Banco Central intervenga con compras de dólares para sostener el tipo de cambio. La última vez que lo hizo fue en agosto, en la semana previa a las PASO, cuando el comportami­ento “anormal” en el flujo de capitales llevó a la autoridad monetaria a vender divisas para contener la suba. Algo que solo en casos extremos los directivos del Central están dispuestos a hacer, ya que buscan un tipo de cambio de libre flotación, con la menor cantidad de intervenci­ones posibles.

De ser necesario, el Central tiene poder de fuego para hacerlo. Ayer las reservas internacio­nales de la entidad alcanzaron un récord de US$ 55.995 millones, después de subir US$ 493 millones por un préstamo del BID por US$ 200 millones y por la emisión de Letes que tuvo lugar esta semana.

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