EE.UU. exige a Pyongyang detener su programa nuclear para dialogar
Washington quiere mantener un canal de comunicación, pero sin sin dejar de presionar hasta que se acaben las pruebas misilísticas.
Estados Unidos mantendrá sus canales de comunicación abiertos con Corea del Norte, pero seguirá presionando a Pyongyang para que detenga sus pruebas nucleares y de misiles, afirmó ayer el secretario de Estado Rex Tillerson en una sesión especial del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Tiene que producirse un cese sustancial del comportamiento amenazador de Corea del Norte antes de que comiencen las conversaciones” con Pyongyang, dijo Tillerson.
Días atrás, el secretario de Estado había sugerido que buscaba abrir negociaciones con Corea del Norte “sin condiciones previas”.
Sin embargo, la Casa Blanca salió al cruce inmediatamente de esas declaraciones y ayer, ante el Consejo de Seguridad, Tillerson, que ya ha tenido varios roces con el presidente Donald Trump sobre cuestiones diplomáticas, no presentó esa propuesta de diálogo.
“Corea del Norte debe ganarse volver a la mesa” de negociación, dijo en cambio el secretario de Estado norteamericano. “La campaña de presión debe continuar y continuará hasta que se logre la desnuclearización”.
“Mientras tanto, mantendremos nuestros canales de comunicación abiertos”, pues “no queremos o buscamos la guerra con Corea del Norte”, agregó.
Por su parte, el enviado especial de Estados Unidos a Corea de Norte, Joseph Yun, aseguró ayer que tiene esperanzas de que Pyongyang acepte la oferta diplomática de Tillerson.
Según Yun, esas negociaciones estarían en línea con la política de la Casa Blanca de presionar a Pyongyang por su programa nuclear.
Tras varios ensayos con misiles por parte de Corea del Norte y una serie de maniobras militares estadounidenses en la región, las tensiones entre Washington y Pyongyang aumentaron notablemente en los últimos meses. Estados Unidos amenaza con imponer más sanciones al país comunista. ONU. Durante la sesión del Consejo, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió a las partes involucradas en la crisis norcoreana la apertura de “canales de comunicación reforzados” para alcanzar una solución política.
La reunión, convocada por la presidencia japonesa en ejercicio del Consejo de Seguridad, contó con la presencia, además de Tillerson, del embajador norcoreano ante la ONU, Ja Song Nam, un hecho poco frecuente.
Guterres afirmó ante el Consejo sentirse “muy preocupado por el riesgo de confrontación militar” en la península coreana, y denunció que este año se habían efectuado varias pruebas de misiles “sin notificación de seguridad marítima y aérea previa”.
“Es hora de restablecer canales de comunicación reforzados, incluido entre coreanos y militares”, señaló Guterres.