CATARINENSE
Estino más caro de todo Brasil –detrás de Río de Janeiro–. Impusieron los churros en la prendió con la primera playa nudista del país y está construyendo una torre de 81 pisos.
invertido. Entonces cuando llegan lo único que quieren es pasarla bien, y eso genera buena energía”. Los puestos de churros se suceden, cada veinte metros, por los 6,8 kilómetros de extensión que ostenta la Praia Central, custodiada por la Ilha das Cabras –ubicada a 600 metros de la orilla; se puede ir en kayak, barco o nadando– y por el cortinado de edificios entrelazados que por las tardes imprimen su sombra sobre la arena y el mar calmo. “En los 80, prácticamente todos hablaban español en Balneario Camboriú. Era una ciudad argentina más”. Gilson, nuestro guía, destaca que de aquella época no solo
Azul Linhas Aéreas realiza el tramo directo de dos horas desde Ezeiza hasta Navegantes, a 35 km de Camboriú (desde los $ AR 5.200 según las fechas).
Infinity Blue Resort & Spa es un all inclusive con 122 cuartos de distintas categorías, a los pies del Morro do Careca (que ofrece vistas espléndidas de la ciudad y es destino de parapente). Tiene salida privada a Praia do Buraco. sobreviven los puestos de churros que se instalaron por la demanda argentina; sobre la Avenida Brasil –la calle comercial–, paralela a la Atlántica que recorre la totalidad de la playa principal de norte a sur, se erige el edificio República Argentina. “El nombre –repara Gilson, didáctico– se debe a que todos los departamentos eran de argentinos. Con algunas de las tantas crisis que sufrieron en el país y con el consiguiente cambio desfavorable, muchos debieron vender porque los impuestos y el mantenimiento se volvió casi imposible”. Hoy, si bien la fisonomía de