Francisco dio un nuevo mensaje en contra de la eutanasia
Francisco volvió a condenar ayer la eutanasia, a la que calificó como una “afirmación ideológica de la voluntad de poder del hombre por encima de la vida”, al recibir en audiencia en la Sala Clementina del Vaticano a la Asamblea de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio.
En muchos países hay “un crecimiento del pedido de eutanasia. Lo que llevó también a considerar la voluntaria interrupción de la existencia humana como una elección de la civilización”, afirmó. Dignidad. “Queda claro que donde la vida vale no por su dignidad, sino por su eficiencia y su productividad, todo se vuelve posible. En este escenario hace falta subrayar que la vida humana, desde la concepción hasta su final natural, posee una dignidad que la vuelve intangible”, subrayó Bergoglio.
Para el Papa, “el dolor, el sufrimiento, el sentido de la vida y de la muerte son realidades que la mentalidad contemporánea lucha por enfrentar con una mirada llena de esperanza”, consideró.
Esperanza. “Sin una esperan- za confiable que lo ayude a enfrentar también el dolor y la muerte, el hombre no llega a vivir bien y a conservar una perspectiva confiada ante su futuro. Es este uno de los servicios que la Iglesia está llamada a brindarle al hombre de hoy”, explicó Francisco. En es- te sentido, dijo a los asistentes: “Su misión asume un rostro eminentemente pastoral”. “Auténticos pastores son aquellos que no abandonan al hombre a sí mismo, ni lo dejan presa de su desorientación y de sus errores, sino que con verdad y misericordia lo llevan a reen- contrar su rostro auténtico en el bien”.
“Genuinamente pastoral es toda acción dirigida a tomar de la mano al hombre, cuando este perdió el sentido de su dignidad y de su destino, para conducirlo con fe a redescubrir la paternidad amorosa de Dios, su destino bueno y los caminos para construir un mundo más humano”, añadió.
“Esta es la gran tarea que le espera a su congregación y a toda otra institución pastoral en la Iglesia”, concluyó el Papa.
Haití. El Papa ofreció ayer en el Vaticano una audiencia particular de veinte minutos al presidente haitiano, Jovenel Moise, con el que evocó el “persistente problema de la emigración” de la población de Haití. El Papa y Moise destacaron la voluntad común de “reforzar la colaboración para enfrentar diversos problemas sociales, en particular con respecto a los jóvenes.