Imputan a 13 ciudadanos rusos por el escándalo del Rusiagate
En un nuevo capítulo del escándalo del Rusiagate, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos anunció ayer la imputación formal de 13 ciudadanos y tres empresas de Rusia por la presunta interferencia ilegal del Kremlin en las elecciones de 2016, en las que Donald Trump derrotó a Hillary Clinton.
“Un gran jurado federal del distrito de Columbia presentó una acusación contra tres entidades y 13 ciudadanos rusos acusados de violar las leyes criminales para interferir en las elecciones de los Estados Unidos y en sus procesos políticos”, informó la oficina del fiscal especial Robert Mueller, encargado de investigar la trama rusa.
El texto de la imputación subrayó expresamente que los acusados tenían “el objetivo estratégico de sembrar discordia en el sistema político estadounidense, incluidas las elecciones presidenciales”, y que entre sus operaciones figuraron “el apoyo al entonces candidato Donald Trump y la denigración de Hillary Clinton”. Según la acusación, las actividades conspirativas habrían comenzado en 2014.
Asimismo, el comunicado identificó a la “organización” detrás de estas supuestas operaciones como “Internet Research Agency LLC”, con sede en San Petersburgo. Su estrategia fue calificada como una “guerra informática contra los Estados Unidos a través de identidades ficticias en redes sociales y otros medios de internet”. Entorno presidencial. Hasta el momento, la investigación de Mueller sobre el Rusiagate ha llevado al enjuiciamiento de cuatro personas relacionadas con Trump: su ex asesor de seguridad en la Casa Blanca, Michael Flynn; su ex jefe de campaña, Paul Manafort; su “número dos” en la campaña, Rick Gates, y otro ex asesor, George Papadopoulos, quien trabajó para el magnate durante las últimas elecciones presidenciales.
Tras la asunción de Trump, la trama rusa se convirtió en uno de los problemas políticos más agudos para la Casa Blanca, que ha visto cómo varios funcionarios del entorno presidencial se vieron involucrados en un oscuro caso que trasciende las fronteras estadounidenses y enturbia las relaciones diplomáticas con una potencia global como la Rusia de Vladimir Putin.