Ponchos y estampitas, los obsequios que Vidal atesora de sus recorridas
La estampita de San Expedito es una de las tantas imágenes cristianas que María Eugenia Vidal guarda en su casa de Morón. Antes de recibirla como regalo, sirvió de protección de un policía bonaerense, quien la conservó durante años en el bolsillo de su uniforme. Al igual que el agente de Lanús, en cada recorrida distintos vecinos se acercan a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires no solo para hacerle diferentes pedidos a través de cartas, sino también para dejarle distintos obsequios.
Uno de los rega los má s conocidos que recibió es un poncho verde con el que el invierno pasado se la vio en distintas actividades. En los pueblos del Interior, al ver que Vidal usaba este abrigo que le hizo un grupo de mujeres de Rojas, comenzaron una tradición: en cada ciudad que visita hay un poncho esperándola. A pesar de que su mamá le repite que está cansada de verla con ponchos, es uno de los regalos que más le gustan, porque sufre demasiado el frío.
Después de dos años de gestión, la gobernadora de Cambiemos sigue siendo la dirigente con mejor imagen del país. Desde su entorno aseguran que los conflictos nacionales que hacen caer al Presidente en las encuestas también la afectan, ya que en los sondeos, los consultados la asocian como un integrante más de la Casa Rosada. Sin embargo, conserva los niveles de aceptación más altos, al ser percibida como una dirigente “sensible y cercana”.
Una vez que finalice el conflicto docente, Vidal se concentrará este año en volver a recorrer los 135 distritos. Pisar el territorio bonaerense en su totalidad es una tarea que deja para años no electorales (ya lo hizo en 2016). Además de conservar la cercanía con los ciudadanos, en estas visitas podrá ampliar la colección de mates que comenzó a armar ante la cantidad que le regalaban y están distribuidos entre su casa y sus oficinas.
Los tres despachos que posee en la gobernación de La Plata, en el edificio del Bapro y la Casa de la Provincia en Capital Federal sirven de “santuarios”, ya que allí conserva las vírgenes que recibió y muchos de los rosarios que los vecinos le dejan en sus manos cuando se acercan a las recorridas que realiza.