Tras la marcha, el Gobierno sale a bancar el empleo en las fábricas
En el Ministerio de Producción sostienen que la baja de los costos logísticos será un motor de la actividad económica.
Pese a que la mayoría de los indicadores marcan una caída en el empleo industrial desde la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, fuentes del Ministerio de Producción aseguraron que el sector atraviesa un proceso de reconversión y, por lo tanto, esperan una “reversión” en la caída del trabajo manufacturero para este año. “Antes solo un tercio de la industria generaba empleo, mientras que hoy esa cifra alcanza al 44% del sector industrial”, aseguró el secretario de Transformación Productiva, Lucio Castro.
En ese sentido, Castro afirmó que las puntas de lanza en cuanto a generación de puestos manufactureros son: alimentos y bebidas (principalmente carnes), la industria automotriz y el sector de la construcción y de los insumos vinculados a la construcción. Por otra parte, el funcionario reconoció caídas en el empleo en textiles, calzado y electrónica.
Actividad. Estas declaraciones se dieron en el marco de la presentación del Monitor de la Economía Real correspondiente a febrero. Este estudio, que presenta mensualmente la secretaría que dirige Castro, toma una serie de indicadores de la economía y los califica con luces verdes, amarillas o rojas, dependiendo si son buenos, neutros o negativos.
Entre los factores positivos se destaca un crecimiento del 2,9% interanual de la economía entre enero y noviembre, una suba del 2,1% del empleo registrado, un incremento del 3% en el salario real, un aumento del 13% en la im- portación de bienes de capital (aquellos que se destinan a la producción), un alza del 18% en exportaciones y del 12,7% en los niveles de construcción, entre otros. En el haber aparece la escalada inflacionaria de enero y la caída del 6,7% de la industria textil.
Desde la Secretaría afirmaron que los principales mensajes que arroja el Monitor son: una mejora en las perspectivas en producción e inversión, un cambio en el patrón productivo y una preocupación por achicar el déficit comercial, especialmente con Brasil.
En cuanto a las expectativas de crecimiento, el Gobierno confía en que será clave la baja de costos productivos generada por la supuesta desinflación, la rúbrica del pacto fiscal (y la consecuente baja en impuestos provinciales a ingresos brutos), la reforma tributaria, la inversión en obra pública y privada, y la puesta en marcha de un plan para bajar los costos logísticos, cuyo emblema serán los camiones bitrenes. Esto último, según Castro, permitirá un abaratamiento del 30% en materia de traslados.
Al ser consultados por la balanza comercial negativa, los funcionarios afirman que esperan que Brasil crezca un 3% este año y que esta situación impulse una mayor compra de productos argentinos.