Cuenta regresiva para la firma digital
Desde el primer día de marzo prácticamente no habrá ningún empleador en la Ciudad de Buenos Aires sin estar inscripto en el Registro de Empleadores online, con lo que la firma digital reemplazará lo que hasta ahora era el libro de sueldos.
El ejemplo porteño es un botón de muestra de cómo los proyectos de modernización del Estado, además de apuntar a una mayor eficiencia de los organismos oficiales, son al mismo tiempo impulsores de empresas del siglo XXI.
Entre las compañías dedicadas a la digitalización documental en el país, surge con algunas cifras que sorprenden el liderazgo de Lakaut, una de las autori- zadas en firma digital que también se dedica a la administración de archivos e ingeniería documental. “Hoy digitalizamos en un mes alrededor de 100 millones de fojas en nuestros scanners de alta velocidad, que procesan entre 800 y 900 páginas por minuto. Nuestra capacidad es muy grande”, dice Guillermo Cantini, presidente de de la compañía, quien asegura que está enfocada en “darles firma digital a las empresas de CABA por el libro de trabajo, la reciente disposición del Gobierno de la Ciudad”.
La empresa, que nació hace nueve años, ya suma 30 mil exportadores e importadores y cerca de 3 mil despachantes de aduana entre sus clientes, 140 empleados y plantas en Parque Patricios y Luján, donde existen más de 10 mil metros cuadrados de depósitos de guarda de archivos físicos.
Apoyado en esta estructura, Cantini apuesta a que la digitalización sea un proceso en crecimiento. “La firma digital, de la cual somos uno de los escasos actores que hay en el mercado, pronto va a ser moneda corriente”, asegura el presidente de Lakaut, que tuvo una facturación de $ 126 millones en 2017. La cifra, además de lo que representa en sí, fue un 30% superior a la registrada en 2016 e ilusiona al empresario. “Hay perspectivas de que este año la actividad va a crecer entre un 20% y 30%, dependiendo de las operaciones de importación y de la marcha del proceso de modernización del Estado, que implica la sustitución del papel por la gestión documental. Vemos el futuro con optimismo.”