Caso Nahir: pericias balísticas complican la coartada de la acusada
La Justicia entrerriana recibió el informe balístico en la causa por la que está detenida Nahir Galarza (19). Uno de los disparos que mataron a Fernando Pastorizzo fue efectuado con el arma apoyada en la ropa, según los resultados de los peritajes realizados por la Dirección de Criminalística de la Policía de Entre Ríos. Ella había hablado de “explosiones” accidentales.
De acuerdo con ese estudio, el disparo que impactó en la espalda del joven de 20 años fue por “contacto débil” sobre su buzo, en cuya capucha quedaron registradas las marcas del proyectil. O sea que el arma fue apoyado en la espalda de la víctima.
El abogado Rubén Virué, que representa a Silvia Mantegazza, la madre de Pastorizzo, explicó que el informe también indica que el disparo que recibió el joven en la espalda, con orificio de entrada y salida, atravesó el pulmón.
Sobre el segundo impacto, los expertos determinaron que fue de frente, desde un ángulo oblicuo y que le impactó en el medio del pecho y le afectó el esófago.
Virué confirmó el dato y estimó que para efectuar el disparo, la joven “tuvo que haberse agachado y estirado el brazo. Este es el disparo cuya bala tuvo que ser desenterrada porque el proyectil lo atraviesa y la bala se entierra”.
“El primer disparo es sobre la moto y cae sobre el lado derecho. La moto queda sobre su pierna derecha. El queda acostado en el piso con el pe- cho de frente. Ahí recibe el segundo disparo, a 50 centímetros, y la bala termina enterrada. Fernando cae boca arriba. Esa bala tuvo que ser desenterrada”, precisó a Télam.
Por su parte, para los abogados Juan Carlos Peragallo y Sebastián Arrechea, que representan al padre de Pastorizzo, el resultado del estudio “está clarito” y consideraron que “no deja dudas” sobre que el orificio de entrada de la bala fue en la espalda y que la herida es “por contacto débil”. Esto significa que el cañón del arma se sostiene suavemente contra la piel.
En su última declaración (realizó tres distintas), Galarza había hablado de dos “explosiones”. Y que el arma se había disparado accidentalmente. La joven está alojada en la cárcel de la Mujer y la Familia desde el 29 de diciembre, el mismo día del crimen.