La falta de agua complica el estado de los cultivos de cosecha gruesa
La Bolsa de Rosario recortó 5,5 Mt de producción en soja, que queda en 46,5 Mt, y 4,9 Millones de ton. de la de maíz, que queda en 35 millones.
Estamos acostumbrados a escuchar hablar del riesgo en lo que a actividades agropecuarias se refiere, pero puede que quienes no están impregnados con la realidad del campo no lo entiendan. Más allá de los riesgos del mercado que afectan a cualquier actividad, aquí el clima se torna un socio más para los productores. Un socio que, a veces contribuye, pero que -por lo general- tiene un comportamiento impredecible.
Estos últimos días se viene escuchando que el estado de los cultivos dista de ser el esperado; en gran medida porque las lluvias de febrero se hicieron desear. El caso es que esta ventana agronómica es justo cuando soja y maíz definen sus rendimientos. La nueva coyuntura hace dudar a los analistas que ya salieron a avisar que, si no llueve en los próximos 15 días habrá que esperar problemas más serios. La Bolsa de Comercio de Rosario dio a conocer sus nuevas expectativas: “Se estiman 5,5 millones menos de producción de soja que lo previsto en enero y 440 mil has menos de superficie sembrada y pérdidas de hectareaje por más de 700 mil ha. Comprometida por la falta de agua, el calor y el viento seco, el cultivo de soja en buena parte de la región pampeana arranca el llenado de granos en peores condiciones de los últimos 10 años”. En maíz también fueron a la baja. “Se destaca la caída en la productividad unitaria nacional, que se estima en 64,4 qq/ha, esto es 9,1 quintales por debajo de la cifra del informe de enero. Sin ajuste en las cifras de superficie, esto significa una producción nacional estimada en 35 millones de toneladas”.
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Córdoba también se acopló a la situación de ajuste: “Los rendimientos de siembras tempranas serán menores, generando reducciones del 13% para maíz y del 11% en soja a nivel provincial, si se comparan dichos valores con los obtenidos en la campaña anterior”. Indicaron que la situación de las primeras siembras en cuanto a productividad es crítica, esto no afectaría la primera estimación de producción en Córdoba como se esperaba, porque estas fechas de siembra representan la menor proporción respecto del total implantado.
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires también saó punta al lápiz e hizo nuevos números. En el último Panorama Agrícola del 22 de Febrero coincidió en la baja de producción aunque con algunos cambios que benefician al maíz, ya que recortan la producción 4 millones de toneladas y quedaría en 37 millones, de acuerdo a su previsión anterior. En cuanto a la soja “la proyección de producción cae a 47 millones de toneladas y en la medida que no se interrumpa el deterioro del cultivo, el volumen previsto al cierre de campaña continuará reduciéndose durante las próximas semanas. Este último parecería ser el escenario más probable, dado que las perspectivas climáticas no prevén lluvias en el corto ni mediano plazo para gran parte de la región de cultivos extensivos”, alertaron.
Las cartas están a la vista y el clima se está convirtiendo en ese socio complicado con el cual habrá que seguir involucrado. Las proyecciones climáticas no anticipan precipitaciones para las próximas jorndas pero los productores necesitan tener expectativas. Con estas características, el panorama puede verse como el vaso medio vacío (por las 10 millones de toneladas menos de grano), o medio lleno (por el aumento de precios). La preguna es si alcanzarán los mercados a corregir la distorsión que ocasione la pérdida productiva.
“La soja está muy comprometida y los maíces tardíos cumplen sus etapas críticas sin agua”.