UNA MUJER EN EL CONSEJO DE LA CGT
El 31 de enero, la CGT vivía un momento de fuerte tensión. Los sectores que responden a Hugo Moyano y Luis Barrionuevo manifestaban su apoyo a la marcha contra el Gobierno. Los “gordos” se oponían y Héctor Daer no concurrió a la reunión del consejo directivo. Durante la conferencia de prensa, Daer fue reemplazado por Sandra Maiorana, una de las dos mujeres que integran el consejo de la CGT, que cuenta 35 miembros.
Según cuenta ella, fue una casualidad. “En la reunión anterior habíamos acompañado todos los integrantes del consejo directivo a Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid, yo los acompañé esta vez, también pero antes de salir me di cuenta de que era la única; entonces Acuña me dijo: 'Vení, acompañanos'”. Maiorana cuenta que el ambiente sindical es “muy machista” pero que ella supo ganarse su lugar y que ayudó mucho la ley de cupos vigente. Sobre las perspectivas de que algún día una mujer dirija la CGT como secretaria única, confiesa que es algo que aún parece muy lejano: “No creo que me toque vivirlo”, afirma. —¿Cómo llegó a la actividad gremial? —El sindicato que integro, la Asociación de Médicos de la República Argentina, estaba en plena formación cuando me sumé a la actividad gremial, en 1998. En este proceso participé de una asamblea, en representación del Hospital de Niños