Original e intimista experiencia
¿QUERES SER FELIZ O TENER PODER? Idea, dramaturgia y dirección: Cecilia Propato Carriére Música original: Agustín Konsol Iluminación: Cecilia Propato Carriére Vestuario: Emma Yorio Entrenamiento vocal: Ingrid Liberman Elenco: Charlie Bulsara, Julián Felcman, Julio Rolleri, Jazmín Calvo, Javier Piazza, Melina Fernández Guzmán, Hugo Gottschalk, Sasha Zelasco, Analía Farfaglia, Fernando Cesar Martínez, Bárbara Posesorski, Bea Apás, Inés Baum, Silvia Dietrich, Camila Mac Lennan, Pepe Jiménez, Cecilia Branca, Javier Ahumada, Sebastián Buzio, Sid Ditrix, Víctor Della Corte, Silvana Palavecino, Julián Mardirosian Funciones: Sábados 21.30. Espacio Aguirre, Aguirre 1270
Más que una obra, ¿Querés ser felíz o tener poder?’ se trata de una experiencia teatral intimista –que se desarrolla todos los sábados a las 21.30 en Espacio Aguirre– para darle lugar a un interrogante que se sumerge a lo largo de toda la función y que invita a reflexionar.
En el marco de una alusión al panóptico de Jeremy Bentham y frente a una realidad distópica donde a su vez hay microrrealidades, se encuentran veinte actrices/ actores que realizan micromonólogos encarados a partir de profesiones poco comunes atravesadas por la felicidad o por el poder. De este modo, encontramos desde una probadora de comida de perros, una sacadora de chicles, un abrazador profesional y hasta una maquilladora de muertos. ¿Cuál es la particularidad en el formato? Los espectadores compran una entrada general pero al entrar a la sala se les asigna un “8” o un “9”. Los que tienen el “8” pueden ver los monólogos del mundo de la felicidad y los que les toca el “9” pueden ver los monólogos del universo del poder. A su vez, sólo se pueden ver tres de dicho sector seleccionados al azar, ya que como en la vida no todo se puede captar al mismo tiempo. El que quiera volver a ver la obra y transitar el sector contrario tiene que regresar otro sábado con el número que se le asignó en la función a la cual asistió y se intercambiará por el número del sector que no visualizó.
Se destacan los micromonólogos de los reidores profesionales y, sobre todo, la interpretación de Bárbara Posesorki, el del asustador profesional encarnado por Sebastián Buzio, el de la probadora de comida de perro, Camila Mac Lennan, el empujador de trenes, Javier Ahumada, y la buscadora de objetos perdidos, Jazmín Calvo. Existen monólogos de todas las tonalidades y para todo tipo de gusto.
La puesta en escena es innovadora. El sector escénico se encuentra dividido en tres espacialidades, la platea desde donde se observa por momentos como un espectador tradicional; el espacio escénico propiamente dicho donde los espectadores circulan convirtiéndose en actores y espectadores al mismo tiempo, y los boxes donde son espectadores solitarios e íntimos. Cada espectador está solo con cada actriz/actor. Esta última disposición permite obtener una experiencia más intimista y detallada que para algunos puede resultar divertida y para otros un tanto incómoda.
Con un vestuario casi como sacado de un baúl de recuerdos y con una iluminación del estilo circense, esta obra escrita y dirigida por Cecilia Propato Carriére se ubica como una de las experiencias del under que vale la pena vivir.