Mujeres fuertes con poca visibilidad

Esta semana se celebró el #8M y las palmas se oyeron también en el sector agropecuario, aunque tal vez no tanto como debiera. Las mujeres rurales tienen mucho de historia de trabajo con escasa y casi nula visibilidad. No hace falta más que ir al campo para ver cómo comparten las tareas rurales en tambos, granjas avícolas, porcinas, guacheras, cultivos intensivos y huertas, en muchos casos, a la par de los hombres. Y paralelamente, llevan adelante las tareas domésticas sin hacer mucho ruido, al igual que lo hacen las mujeres en el resto de los ámbitos.

Otro tema poco debatido y no por eso menos importante es la tenencia de la tierra. Es realmente bajo el nivel de acceso que tienen las mujeres, en especial las campesinas, para lograr su campito propio. Hablando estrictamente del trabajo en el campo vale decir que para la FAO, cerca de un 45% de la mano de obra rural en los países desarrollados son mujeres. Y el organismo de Naciones Unidas da un paso más al asegurar que “Si las mujeres del campo tuviesen el mismo acceso que los hombres a recursos agrícolas, se podría aumentar la producción en las granjas de mujeres de países en desarrollo a más del 30% y reducir potencialmente la cantidad de personas que sufren hambre en el mundo entre 100 y 150 millones de personas”.

Para Alejandra de Arce, autora del libro “Mujeres, familia y trabajo: Chacra, caña y algodón en la Argentina (1930-1960)” dice que: “El gran problema, si pensamos en las mujeres en el campo y su relación con el trabajo agropecuario, es la falta de estadísticas vinculada a sus actividades”. Ojalá que el Censo Agropecuario que planifica el gobierno para este año, arroje estadísticas claras también sobre esta realidad.

“El gran problema si pensamos en las mujeres en el campo es la falta de estadísticas”.