Quieren que la medición de la pobreza refleje el resultado de la obra pública
Trabajan en un nuevo indicador que tendrá su base en el próximo censo. Invertirán US$ 8 mil millones para tratar de mostrar un progreso mayor.
El Gobierno prevé poner en marcha un índice de pobreza multidimensional que implica no medirla por ingresos sino por condiciones de v ida, como acceso al agua potable y a la red de cloacas, pero ta mbién otros factores como acceso a la salud y la educación.
El nuevo índice retoma las ‘necesidades básicas insatisfechas’ y necesita datos que se recolectarán en el Censo 2020 aunque en la previa el Indec está trabajando a través de la encuesta permanente de hogares (EPH) en algunas mediciones. Sin embargo, aclaran desde el organismo, la muestra de la EPH es chica frente a lo que implican los datos que se podrán recavar con el censo que mide, por ejemplo, con- diciones habitacionales. Para cuando llegue la medición, en el Gobierno esperan haber avanzado con el plan de obras de saneamiento, agua y vivienda que podrían mejorar la medición de pobreza estructural. Para esto, en el mandato de Mauricio Macri se invertirán US$ 8 mil millones en la red de agua, cloacas y vivienda social. Unos US$ 6 mil millones corresponden a Nación y el resto a gobiernos provinciales y municipales. “El 60% de la población no tenía acceso a cloacas. El objetivo es cubrir el 75%. No solo los sectores más pobres
Analizarán las necesidades básicas insatisfechas. La última medición se hizo en el 2005
no tienen. La mitad de los no pobres tampoco tiene cloaca”, explica sobre el estado de la infraestructura Fernando Alvarez de Celis, secretario de Planificación y Coordinación de Obra Pública del Ministerio del Interior. En la medición por ingresos, esos datos quedan excluidos.
La medición de pobreza multidimensional que lleva adelante la Universidad Católica Argentina (UCA) muestra que el 60% de los hogares tiene alguna carencia. Al menos el 40% tiene dos y un 28% tiene tres carencias de condiciones básicas. Ese escenario de tres “privaciones” es el que se acerca a la estimación de pobreza por ingresos, que se mide en base al costo de canastas básicas de alimentos y servicios.
“La medición por ingresos es volátil. Puede bajar del 32% al 25%, si bien hay un núcleo duro de pobreza por ingresos. Por eso el objetivo es tener el 100% de la población con acceso a agua potable para 2024. “En la primera gestión estamos llegando al 90%. También el saneamiento del agua que no se trata baja del 80% al 60%”, agrega Alvarez de Celis.
Mediciones. Esta semana, el Indec publicó que la pobreza por ingresos bajó 4,6 puntos contra el segundo semestre de 2016, a 25,7% de la población, lo que implica que 1,2 millones de personas dejaron de ser pobres en el último año, por la baja de la inflación. El Gobierno había señalado que podría caer diez puntos en un año, cuando confiaba en una baja más pronunciada del índice de precios al consumidor.
La última medición multidimensional disponible para la Argentina data de 2005. En esa medición de pobreza multidimensional, que retoma Naciones Unidas en su informe de desarrollo humano, un 3,7% de la población, lo que en ese momento representaba a 1.457.000 personas, estaba privado del 39,1% de las condiciones de vida necesarias. Otro 5,2% estaba cerca del nivel de pobreza multidimensional y el 0,5% se encontraba en situación de pobreza extrema. La educación, nivel de vida y salud eran las condiciones que más contribuían a la pobreza estructural.
“La población crece un 1% por año y la mancha urbana crece 4%. Si no hay un aumento igual de los servicios públicos, menos gente tiene agua con la misma tasa de crecimiento”, destaca el funcionario del Ministerio del Interior.
En la “primera gestión”, el oficialismo espera cubrir el 90% de agua potable