La versión del independentismo catalán
El PSOE español está preocupado por la multiplicación de la versión catalana de los CDR, los Comités de Defensa de la República, que agitan la calle, pero también señalan a personas, negocios o sedes de los partidos políticos que son amenazados o atacados en las calles de las ciudades de Cataluña. El secretario de organización de los socialistas, José Luis Abalos, advirtió que los CDR catalanes, al igual que los cubanos o las organizaciones similares que funcionan en Venezuela o Nicaragua, tienen como f unción “el control de la población. Un comando de éstos vigila la cuadra, quién entra, quién sale, quién habla, son elementos de información, también de agitación, son un mal germen”, afirmó. Nacidos para defender el referéndum ilegal convocado por los sectores indepen- dentistas para el 1º de octubre pasado, los CDR se prodigaron luego en actos de violencia callejera, que se multiplicaron en los últimos días, tras la detención de Carles Puigdemont. Los impulsaron en un comienzo la izquierda antisistema, reunida en la CUP (Candidatura d’Unitat Popular), y luego se sumaron entidades civiles independentistas como la Asamblea Nacional Catalana y Omnium Cultural, entre otras. Para Abalos, es necesario “actuar” contra estos grupos, pero “sin carácter excepcional”, sino con los “recursos y respuestas del Estado de derecho”. El número tres del PSOE lamentó que el Parlamento catalán –dominado por los independentistas– se haya negado a condenar la violencia ejercida por los Comités en los últimos días, como pidieron los socialistas catalanes.