Big data asociado a las semillas
El mundo tal cual como lo conocemos va a cambiar radicalmente en los próximos años. Y el campo, sin ninguna duda va a acompañar ese cambio en forma exponencial.
Para el 2025, los consultores en tamas de recursos humanos indican que la mayor fuerza laboral mundial estará en manos de los “millennials” y el campo no escapará a este fenómeno. De hecho, de manos de la robotización y la agricultura de precisión ya estamos viendo cambios sorprendentes en lo que puede obtenerse a nivel potencial. Y digo potencial porque a nivel de campo todavía es baja la adopción. Puede que los productores compren maquinaria con altos desarrollos tecnológicos pero todavía es poco lo que hacen con ese gran cúmulo de datos que obtienen a partir del uso de esa tecnología. Para eso se requiere una calificación, una formación profesional. Y en ese cambio está trabajando el sec- tor agropecuario.
Sin embargo, a nivel de investigación el ritmo avanza a pasos mucho más intensos. Por caso vale recordar lo que contaba hace unos días Federico Vartorelli, líder en Mejoramiento Vegetal de Monsanto para Sudamérica, durante un encuentro que mantuvo con la prensa. Durante su exposición en la que se centró en el gran trabajo colaborativo que hacen los investigadores hoy, manifestó que “en 2017 se colectaron más datos sobre mejoramiento genético que en la década anterior: 10 terabytes, 500 millones de datos”, refrendó. Y esto fue sin duda posible gracias a la inteligencia artificial y la robotización que permite un nivel de análisis de datos a este nivel de complejidad. De esta manera, la ciencia de los datos aplicada a la industria de precisión permite llevar prescripciones a nivel de cada lote. Nunca como ahora, la información fue tan valiosa.
“En 2017 se obtuvieron 10 TB de datos en mejoramiento genético de maíz.”