El recorte en obra pública impactará de manera directa en un año preelectoral
El freno a la corrida contra la suba del dólar tuvo un efecto indeseado por la Casa Rosada: una fuerte reducción de la obra pública este año para cumplir con la nueva meta de reducción del déficit fiscal, que pasará del 3,2% del PBI al 2,7%.
Se trata de un paquete de unos $ 30 mil millones, consignó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en conferencia de prensa en la mañana de ayer. En ese marco, habrá una ralentización de las obras en ejecución y no se comenzarán nuevas, según pudo confirmar PERFIL de fuentes de dos ministerios. “Se van a recortar obras nuevas seguramente, que o bien están planificadas o no están aún en ejecución”, asegura una de las fuentes.
Esto generará un problema adicional: algunos gobernadores y sus provincias sufrirán el impacto de manera directa. Una de las cuestiones que generaron durante dos años y medio una buena sintonía con los mandatarios provinciales del PJ fue la llegada de un buen flujo de fondos para gestionar obras.
El ministerio que sufrirá más el recorte será Transporte, cuyo titular, Guillermo “Guillo” Dietrich, tiene el presupuesto más grande para obras del gabinete: más de $ 100 mil millones. “Lo que se comenzó no se va a interrumpir: ni los aeropuertos ni las obras viales, como rutas y autopistas, vamos a frenarlos. Lo que va a pasar es que mucho de lo que teníamos en carpeta no se va a poder em- pezar este año”, agrega una fuente del área.
En la cartera de Energía, la gran mayoría de las obras vienen en algunos casos desde hace años, y en otros ya están empezadas, con lo cual el recorte sería mucho menor, según fuentes oficiales. Algo similar ocurre con el Ministerio del Interior: tiene viviendas, agua potable, cloacas y obras en villas, pero en su gran mayoría se licitaron en 2016 y, sobre todo, en 2017, con lo cual el margen para obras nuevas fue muy exiguo este año.
De todos modos, el listado no está listo aún. El anuncio de la reducción en la meta de déficit fiscal tomó por sorpresa a los funcionarios. En las próximas semanas el panorama estará más claro.
“Nos duele tocar el presupuesto de la obra pública, pero entendemos en este contexto que necesitamos acelerar el camino hacia la convergencia fiscal en medio de intentos populistas de la oposición”, dijo Dujovne ayer desde el microcine del Palacio de Hacienda.
Como contrapar tida, en el Gobierno apuntan que intentarán poner en valor la gestión de privados para las obras públicas con el sistema PPP (participación público privada), por el cual las empresas consiguen el financia-
más afectado
miento a mediano plazo. Para la primera tanda de autopistas y rutas hubo ofertas por US$ 6 mil millones. Ahora vendrá el turno del sector de energías renovables. Pero el optimismo sobre el PPP contrasta con uno de los datos centrales de las medidas anunciadas ayer: la suba de las tasas de interés, que conspira contra el poder de financiamiento de los privados.
De todos modos, los ministros afectados lo tienen claro: la obsesión del presidente Macri siempre fue la reducción del déficit fiscal, por encima de cualquier otra cuestión de Estado.