Argentina comenzará a producir la vacuna de la fiebre amarilla
Se fabricarán en el Anlis- Malbrán 5 millones de dosis para 2019 a
Tras la fuerte epidemia de fiebre amarilla que vivió Brasil este verano –y que en la Argentina causó la muer te de tres personas– el Ministerio de Salud de la Nación y su par de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva anunciaron ayer que el país comenzará a producir la vacuna contra la enfermerdad que transmite el mosquito Aedes aegypti.
La fabricación local se realizará en el Instituto Nacional de Producción de Biológicos (Anlis-Malbrán) con la colaboración de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, que transferirá en forma gratuita tecnología y conocimiento. El proyecto implica una inversión de $ 250 millones y habrá una producción inicial de 5 millones de dosis.
“Teniendo en cuenta la población argentina que decidió viajar a Brasil este año y la que vive en provincias limítrofes y, además, una estimación de la posible provisión de vacunas a Paraguay y Uruguay nos propusimos como primer objetivo una producción inicial de 5 millones de dosis que podrían estar disponibles para el último trimestre de 2019”, explicó Claudia Perandones, interventora de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (Anlis) Dr. Carlos Malbrán.
En la actualidad existe una gran demanda de la vacuna contra la fiebre amarilla en la región y hay solo dos productores: el Instituto de Tecnolo- gía en Inmunobiológicos (BioManguinhos) y el laboratorio Sanofi-Pasteur. “Los mosquitos no reconocen fronteras políticas ni geográficas. Las condiciones de cambio climático nos hacen pensar que hay que comenzar a prepararnos para una situación en la que, tal vez, se expandan las zonas de riesgo de fiebre amarilla hoy confinadas a Brasil. Este convenio nos permite convertirnos en el tercer productor mundial de la vacuna”, sostuvo Adolfo Rubinstein, ministro de Salud de la Nación.
“Es imprescindible tener a futuro capacidades locales de respuesta ante una nueva epidemia”, aseguró, por su parte, Lino Barañao, ministro de Ciencia. “Hoy un virus que aparece en Africa puede llegar a cualquier ciudad del mundo en poco tiempo. Es necesario que el país cuente con capacidad propia de producción de vacunas”, agregó.
Desafío. Fiocruz desarrolla desde 1937 la vacuna contra la fiebre amarilla, a partir de la cepa atenuada 17D del virus. “Es una vacuna muy propia del Fiocruz, por eso nosotros valoramos tanto que nos quieran transferir el proceso. El desafío no es solamente generar los precursores y la vacuna –que se hace en este momento a través del cultivo de embriones de pollo, pero que probablemente migre a otra plataforma–; hay que tener un cuidado muy especial en las etapas de bioseguridad, del envasado y el almacenamiento”, explicó Perandones.
“Es necesario tener capacidades locales de
Anlis-Malbrán ya produce sueros antiofídicos, antiarácnidos y anti es cor pió ni cosque proveen a la totalidad de los requerimientos del país y la región. También produce la vacuna Candid 1 contra la fiebre hemorrágica argentina. “No es la primera vez que enfrentamos el desafío del proceso productivo; sí tenemos que aprender las particularidades de esta vacuna”, agregó la especialista.
Según se indicó durante el acto de firma del convenio, el Ministerio de Salud de la Nación establecerá las estrategias de prevención epidemiológica, desarrollará los lineamientos técnicos de vacunación, promoverá el desarrollo de investigaciones sobre fiebre amarilla y coordinará el stock y la provisión de insumos necesarios para la prevención. Mientras que el Ministerio de Ciencia integrará recursos y capacidades de diversas instituciones de ciencia y tecnología y colaborará con el financiamiento.
La vacuna contra la fiebre amarilla es segura y eficaz. Una dosis provee protección de por vida. Está contraindicada para menores de seis meses, embarazadas y personas con alteraciones del sistema inmune. Se recomienda aplicársela a las personas que viajen a Brasil. En algunas provincias, como Misiones, es obligatoria.