“Los inmigrantes no pueden adaptarse bien a los EE.UU.”
John Kelly, el jefe de Gabinete de Donald Trump, afirmó que los indocumentados “no son malas personas”, pero son muy “rurales”.
No solo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, demuestra su extremismo en materia migratoria. Ayer, su jefe de Gabinete, John Kelly, sumó elementos a la polémica al afirmar que la gran mayoría de los inmigrantes indocumentados que llegan a Estados Unidos “no están capacitados” y no “se integrarían bien” en la sociedad estadounidense.
En una entrevista radial, formuló las declaraciones que abrieron un punto más de la polémica que de alguna manera tiene en vilo a la sociedad norteamericana, especialmente al amplio electorado de origen latino.
“Abrumadoramente”. John Kelly hizo este comentario en una entrevista con la radio pública NPR al ser preguntado por la nueva política de “tolerancia cero” del Depar- tamento de Justicia, que exige separar a más niños indocumentados de sus padres, entre otras cosas.
En línea con el discurso de campaña del presidente, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca dijo que “la gran mayoría de las personas que se mudan ilegalmente a Estados
“Si cruzas la frontera ilegalmente, te procesaremos. Así de simple.”
Unidos no son malas personas”. “No son criminales. No son miembros de la pandilla MS13”, agregó, al tiempo que aseguró que “tampoco son personas que se integrarían fácilmente en Estados Unidos, a nuestra sociedad moderna. Son personas abrumadoramente rurales”.
Costumbres. El jefe de Gabinete de Donald Trump dijo que esos inmigrantes provienen de países donde la gente apenas supera la educación básica, no habla inglés y no tiene “capacitación”. También afirmó que “era lógico” que quisieran vivir en un país como Estados Unidos. Agregó, asimismo, que si bien simpatiza con el razonamiento de los inmigrantes por querer instalarse en su país, “las leyes son las leyes”. Cruzar la frontera para quedar
detenidos. Según informó la Casa Blanca, la política de “tolerancia cero” buscar reducir la entrada de indocumentados hasta en un 75%. A esta cruzada se sumó el fiscal general, Jeff Sessions. “Si cruzas la frontera ilegalmente, entonces te procesaremos. Es así de simple”, aseveró durante una conferencia de prensa en la frontera entre Estados Unidos y México. Y fue más allá: “Si trafican extranjeros de forma ilegal a través de nuestra frontera, entonces los procesaremos. Si trafican con un niño, entonces los procesaremos. Y ese niño puede estar separado de usted, como exige la ley”, añadió. Esas polémicas declaraciones respaldaron la promesa de Trump de construir un muro en la frontera con México.
Repudio. Obviamente, no faltaron quienes se opusieran a las declaraciones de jefe de Gabinete y del fiscal. La pre- sidenta del Caucus Hispano del Congreso, Michelle Luján Grisham, calificó de “fanáticos” los comentarios de Kelly, y aseguró que “son una bofetada a las generaciones de personas” que han llegado a Estados Unidos desde tierras extranjeras “para contribuir a la riqueza” del país. Los demócratas del Congreso, en tanto, no respaldan la política migratoria del presidente, pero no tienen votos suficientes en ambas cámaras para aprobar leyes que protejan a los indocumentados de las deportaciones.