EL GRAN COACHING DE EUROPA
La edición española de la revista GQ publicó en su edición de septiembre de 2016 una tapa en la que se preguntaba: “¿Necesitas poner un coach en tu vida?”. En la foto posaba Zinedine Zidane. Saco negro, manos en la corbata y la mirada de un hombre confiado, Zizou aparecía como el modelo perfecto de gestión empresarial. En el artículo –donde también destacan, entre otros, a Pep Guardiola y Diego Simeone– opinan especialistas en management que destacan sus aptitudes: “Es el jefe ideal para equipos con talento y experiencia”, “es capaz de conocer lo mejor de cada miembro de su equipo y sacarles el máximo partido”, “es competitivo pero prima al grupo por sobre los resultados”.
No hay que ser un especialista en coaching para reconocer la capacidad de gestión de Zidane. El francés arribó al Real Madrid en enero de 2016 con el equipo náufrago en una crisis futbolística. En su presentación marcó sus principios: “M is objetivos son ganar, estar cerca de los jugadores y tener una buena relación con ellos. Es lo más importante para el buen funcio- namiento del equipo”. Desde entonces se dedica a hacer una sola cosa: ganar la Champions League. Ante Liverpool, hoy buscará conseguir la tercera Orejona consecutiva y mantener la racha. En la última rueda de prensa antes de la final de Kiev, Zidane se refirió a su método de conducción: “No soy el mejor entrenador, y lo voy a decir siempre, no soy el mejor tácticamente. Pero tengo otra cosa: ilusión y pasión”, dijo. Luego, agregó: “Algunos te pueden decir que no pasa nada si en el vestuario no se llevan bien, pero es tontería. Te lo digo yo”. No solo gobernó al grupo sino que también supo lidiar con el desmesurado ego de Cristiano Ronaldo. En 2016 el portugués regresó a Madrid lesionado después de la Eurocopa. Zidane le pidió que aceptara dosificar esfuerzos, que no debía seguir jugando todos los partidos y que con esa receta su nivel subiría. “Si me escuchás vas a alargar tu carrera por varios años”, le aconsejó. Ahora, a los 33 años, Ronaldo regula y es una fiera dispuesta a seguir rompiendo récords. Zidane también quiere seguir haciendo historia.