El Gobierno sueña con ‘colas’ de arrepentidos gracias a una nueva ley
El titular de la ahora extinta Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), Esteban Greco, suele contar a sus interlocutores que el “programa de clemencia” o la llamada “ley del arrepentido para casos de cartelización” no solo fue clave para que se detonara el caso Lava Jato en Brasil. También provocó en España, desde que se empezó a aplicar en 2010, que hubiera algo así como “colas” de interesados en acogerse a una norma que otorga beneficios muy importantes en términos de reducción de castigos para el primero (no así para el segundo) que denuncie un arreglo entre empresas en un determinado sector. Y de hecho, con esa normativa, el gobierno español sancionó hace unos años a los gigantes del consumo masivo Sara Lee, Harper y Colgate.
Con la reglamentación esta semana en tiempo récord de la flamante nueva ley de Defensa de la Competencia que habían impulsado en el Congreso los legisladores espada del oficialismo, Elisa Carrió y Mario Negri, estará disponible entonces esta figura, una novedad en la normativa de nuestro país, y que podría empezar a usarse de un momento a otro, una vez que estén listos los mecanismos para que un arrepentido sepa dónde ir, con qué garantías cuenta y cómo sigue el proceso.
Renovación. Claro que ello puede demorar algún tiempo porque, por la misma ley, la CNDC dejará de existir para que emerja un ente autárquico con autoridades elegidas por concurso público.
La nueva legislación, además, produce cambios sustanciales en materia de multas, que hasta ahora tenían topes irrisorios de $ 150 millones que no se modificaban desde 1999. El máximo para una multa ahora será de $ 4 mil millones o hasta el 30% de la facturación de una compañía.
Por ú lt i mo, con la re - glamentación también se actualizaron los montos vinculados con la notificación de operaciones de fusión y adquisición de empresas. Desde ahora, para notificar al nuevo ente de defensa de la competencia habrá un piso mínimo de 400 millones de pesos.