Dirección: Bill Holderman Guión: Bill Holderman y Erin Simms Intérpretes: Diane Keaton, Jane Fonda, Candice Bergen y Mary Steenburgen Origen: Estados Unidos (2018) Duración: 104’
Podría usarse Cuando ellas quieren como prueba judicial de varias cosas. La primera es el poder en pantalla de actrices de más de 60 años como Diane Keaton, Jane Fonda, Candice Bergen y Mary Steenburgen. La película, miserable cuando no simplemente mediocre, las hace amigas y parte de un grupo de lectura. En ese grupo, van a leer 50 sombras de Grey (como si necesitáramos todavía ponerle un respirador a la novela erótica de E.L. James) y desde ahí comienza una serie de fórmulas cargadas de polvo a sacudir sus vendajes. La fórmula no implica torpeza, seguro, pero en este caso son ellas, como si la película cuadrada no pudiera sola, las que la sostienen sobre sus espaldas. Ellas pueden con el cine de una forma que deja claro lo fosilizado que el cine más amable, más enamorado del romance canchero y rutinario, ha quedado. La comedia romántica, esa que Netflix está ayudando a revivir, o al menos a recordar su silue- ta, necesita de mejores películas que éstas. Películas que no parezcan diseñadas para hablar a una edad sino, como ellas lo logran peleando contra el guión (capaz de chistes con Viagra a esta altura de la vida farmacéutica) para ser cine, para ser algo más que un remedo de actores que se deben una película más viva (por ejemplo, Don Johnson es uno de los galanes, y su hija es protagonista de la película basada en el libro que desata las historias: aun así, la película no hace nada con eso, y hasta su forma de ignorarlo parecía demostrar más letargo que decisión). Ellas, las cuatro fantásticas, pueden con chistes que destruyen hasta las ganas de ver gente enamorarse o reenamorarse (un instinto básico del cine). El resto, incluso nombres como Andy García, Johnson o Alicia Silverstone, logra subir esa apuesta que, lamentablemente, siempre cae en cero.