En junio, de cada $100 de renta agrícola, el gobierno se lleva $55,80
Se mantiene alta la participación de los impuestos en la renta (ingresos menos costos) del agro. En soja se da la mayor incidencia y alcanza el 66%.
Era cuestión de tiempo hasta que los efectos de la sequía empezaran a hacer notar sus coletazos no sólo en los bolsillos de los productores sino, finalmente, en las grandes cuentas del país.
Esta semana se conoció el Indice FADA de Junio que mide la incidencia de los impuestos en la renta agrícola, y si bien el guarismo (55,8%) fue menor que el de marzo de este año (64,1%) y bastante menor al 74,7% de junio del año anterior, la participación se mantiene alta por efecto de la sequía. “Los cultivos de verano sufrieron una grave sequía durante la etapa crítica de crecimiento y altas temperaturas y humedad hacia los momentos previo a la cosecha. Estos eventos climáticos provocaron caídas de rindes y pérdidas de producción que han generado efectos negativos sobre el productor agropecuario, pero también sobre las economías del interior y la macroeconomía del país”, dijeron desde la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina. El impacto de la sequía en soja entre lo proyectado en Noviembre pasado y lo cosechado finalmente superó el 30%, pasando de 53 millones de toneladas a algo más de 36 millones de ton. En lo que respecta al maíz la baja fue de 51,5 a 42 millones de toneladas (18%).
En palabras de David Miazzo, Economista de FADA “Las pérdidas conjuntas de maíz y soja, totalizan las 26,2 millones de toneladas de granos, equivalentes a 935 mil viajes de camión menos y u$s 8.283 millones. Aunque esta valuación se hace a precios actuales, también podría hacerse a los precios del año pasado, que son un 10% inferiores para los casos de soja y maíz”.
Las estadísticas de la Fundación indican también que los costos totales se han incrementado un 13,8% con respecto a marzo con mayor impacto de los costos de labores y fletes, que también fueron afectados por los incrementos de los costos de los combustibles. Además de los insumos que al estar dolarizados, suben conforme a sube el dólar.
Al momento de analizar la estructura de costos de los cultivos de acuerdo a la moneda en la que están expresados, se puede identificar que un 59% de los costos de una hectárea de soja están estrictamente dolarizados mientras que el restante 41% están pesificados. En el caso del maíz, como los fertilizantes y semillas tienen más peso que en el caso de la soja, los costos dolarizados ascienden al 62% de la estructura, mientras que los pesificados alcanzan el 38%. Miazzo explicó que “incluso el componente en pesos, también suele tener una alta relación con el dólar”. Al ser la soja el único cultivo con derechos de exportación, la participación del Estado en esta es del 66,4%, mientras que en el maíz es del 40,6% en la medición de este junio 2018.Por esto, al haber menor cantidad de soja en el área sembrada, hace que baje el índice general.
En enero de este año, comenzaron a bajar un 0,5% por mes los derechos de exportación a la soja, por lo que pasó de a 30% en 2016 y 2017, a 27% en junio de 2018. La baja de 3% que lleva el 2018, representa unos 12 dólares por tonelada.