Marcos Peña, de flamante interlocutor a quedar en el foco de las críticas supremas
Marcos Peña quedó en el ojo de la tormenta el jueves con la misiva de la Corte Suprema. Apenas unos meses atrás, el jefe de Gabinete había sido el elegido para “aceitar” el engranaje de la comunicación entre el Ejecutivo y el A lto Tribunal. Desde entonces comenzó a ir mensualmente al Palacio, junto al ministro de Justicia, Germán Garavano, para reunirse con los cinco magistrados.
En la Corte celebraron entonces las asistencias y reuniones. Explicaban que ese vínculo y periodicidad parecía haber “ordenado” la cantidad de “canales” y “operadores” que hasta entonces llegaban con supuestos mensajes de Balcarce 50. Pero ayer todo eso pareció haber volado por el aire. “Nosotros le pedimos varias veces (a Peña) y no nos respondió nada. Que el jefe de Gabinete no responda a las consultas de la Corte es el colmo”, aseguraron con enojo desde el máximo tribunal.
“Hacen bandera del derecho a la transparencia y ¿qué hay que hacer, pedirles autorización? Era el mismo pedido que se venía haciendo”, respondieron al ser consultados sobre el enojo que generó la misiva en el Ejecutivo.
“Marcos quedó en el centro, como que ni respondió, ni accedió al pedido y parecía el enlace más fuerte con la Corte. Ahora ese poder quedó minado. Le bajaron el precio drásticamente”, reconoció una fuente del Ejecutivo a PERFIL. “Suena a pase de facturas”, deslizaron.
Parte de esas fuentes rescataron cómo quedó parado tras el embate el ministro Germán Garavano. “Más allá de que también es uno de los interlocutores del Gobierno, salió rápidamente a responder y dio su versión. Primero con un comunicado y luego mediáticamente”, completaron. Tanto en la Justicia como en el Ejecutivo se resalta su figura como la de un hombre “llano, con el que se puede hablar”. “Te puede gustar o no, pero buscó despejar el panorama. Habló de la reunión de ese día de la Administración de la Corte con gente de Dujovne. Ordenó la cosa”, enumeraron.
“Que Lopetegui, que Quintana, que Marcos Peña. Todo el tiempo te cambian con quién te dicen que tenés que hablar, nadie se hace cargo de nada y te mandan a hablar con otro”, disparó ante PERFIL una alta fuente de la Corte. “La carta se mandó después de mucho pedir y re-pedir. Además, se hizo uso de una herramienta con la que desde el Ejecutivo insisten tanto como es: la publicidad de los actos y la transparencia, pero parece que ésta vez no les gustó. Parecen Cristina, que primero te decía una cosa y después se quejaba de lo que habías hecho”, completaron.
“A esta situación se llegó por la falta de respuesta. Se podría haber evitado, pero al final no se sabe a quién hay que hablarle. Y si lo que quieren es que hagamos uso del fondo de reserva, que se tiene para una situación de emergencia, que nos digan que lo es”, concluyeron.