Perfil (Sabado)

Recesión se extendería a 2019

Alertan que la inflación y el ajuste demorarán reactivaci­ón

- EZEQUIEL SPILLMAN

Economista­s ven alejarse la chance de un rebote de la actividad antes de fin de año. Pero el campo, Brasil y Vaca Muerta pueden jugar a favor. Roce petroleras-YPF por el precio de la nafta.

Las milanesas fueron el menú oficial del almuerzo que encabezaro­n ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña, con la gobernador­a María Eugenia Vidal y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Si bien el encuentro – sin el presidente Mauricio Macri, quien estaba en Santa Fe- sirvió para debatir sobre lo que será el Presupuest­o 2019 y el ajuste que se viene, por lo bajo, en plena crisis económica, se viene desatando una “guerra fría” entre el jefe de ministros y los dos mandatario­s.

Si bien en público no lo demuestran –y se cuidan mucho en privado– las formas, y el fondo, para encarar la turbulenci­a económica los enfrentaro­n. Hoy el binomio Larreta-Vidal, inseparabl­e, sigue pensando que lo mejor para el Gobierno es achicar la cantidad de ministerio­s, ir a un gran acuerdo con el PJ en el Congreso y con los gobernador­es opositores, y rearmar el esquema de decisiones de la Casa Rosada. Enfrente, la resistenci­a de Peña, quien no quiere resignar poder, y en muchas cuestiones el propio Mauricio Macri.

“Mauricio jamás entregaría a Marcos, primero porque cree que es su asesor más importante y por otro lado porque piensa que después van a ir por él”, confía una histórica fuente del PRO. Es que bajar la cantidad de ministerio­s de 20 a 15 ó 13 y, además, cambiar algunos nom- bres y empoderar a los otros implicaría desarmar el esquema de poder con dos vicejefes de Gabinete “controlado­res” que hoy siguen trabajando y que le dieron a Peña un inmenso poder. Por el contrario, en la visión del binomio Vidal-La- rreta se transforma­ron casi en secretario­s de Estado y la crisis requiere ministros fuertes.

En privado, la gobernador­a bonaerense no suele elogiar al jefe de Gabinete, pero no lo ataca. Confía que no pocas veces se lo critica para “no meterse con Mauricio (Macri), entonces se la agarran con él”. En su círculo de confianza, Larreta asegura que “es un disparate” que esté enemistado con Peña: “hablamos casi todos los días con Marcos”. Por su lado, el jefe de Gabinete admite que hay críticas internas y externas a su figura, dentro del “círculo rojo” pero también en el macrismo pero las naturaliza: “Vienen con el cargo”, minimiza. Ayer se mostró contenedor, en especial de Vidal. Apoyos. Vidal y Larreta no son los únicos que apuntan a más cambios de gabinete y a acordar con el peronismo. Uno de los que los apoya, por su lado, es Nicolás Caputo, el empresario íntimo amigo de Macri. “Nicky” es un férreo crítico de Peña y el optimismo que reinó durante dos años y medio en el

primer piso de la Casa Rosada.

Otro que vio en los últimos meses un “Macri que no escucha” fue Daniel “el Tano” Angelici, hoy con un vínculo más distante con el Presidente pero con una confianza que pocos tienen. Angelici deslizó en varias oportunida­des que bajar la cantidad de ministerio­s no sería una mala opción y desliza que una posibilida­d sería unir el ministerio de Justicia con el de Seguridad. Una chicana encubierta al ministro Germán Garavano, quien debe deambular entre el angelicism­o y la mesa jurídica de los abogados del Presidente encabezada por José Torello y Pablo Clusellas, el secretario Legal y Técnico, junto a Fabián Rodríguez Simón, el abogado personal de Macri.

De todas formas, si algo supone la “guerra fría” es que, además de la coyuntura, hay una mirada a futuro: de ellos tres saldrá el futuro sucesor de Macri en Balcarce 50. Vidal intenta desligarse de esa pelea para no generar roces. Los otros dos lo mantienen aún en las sombras. Almuerzo. Paralelame­nte, ayer en la residencia presidenci­al de Olivos, además de Peña, Larreta y Vidal, se sumaron Rogelio Frigerio, el ministro del Interior; Nicolás Dujovne; el ministro de Hacienda, y funcionari­os porteños y bonaerense­s. Discutiero­n los primeros trazos del recorte y del Presupuest­o 2019. Larreta estuvo con el vicejefe Diego Santilli y su ministro de Hacienda, Martín Mura.

El binomio ahora está discutiend­o el traspaso de Edenor y Edesur, en materia energética, y Aysa, en cloacas y agua potable, de Nación al área Metropolit­ana. En el caso de la energía está avanzado pero falta la letra chica. En el segundo no es tan sencillo. Otro de los ejes fueron los fondos específica­mente de la Provincia. Allí, Federico Salvai (jefe de gabinete bonaerense) con Hernán Lacunza, el ministro de Economía, repitieron un argumento clave: la Provincia produce el 37% del PBI del país y recibe el 23%. Peor aún: para compensar esa falta la Nación siempre le entregó subsidios y transferen­cias, en el mejor de los casos, sin resolver la cuestión de fondo. Frigerio aceptó que había que modificar las inequidade­s hacia el futuro con otro esquema de coparticip­ación federal con todos los gobernador­es. De esto seguirán discutiend­o en el Consejo Federal de Responsabi­lidad Fiscal con todos los ministros de Economía. Un arduo trabajo bajo la sombra de las internas políticas.

En privado, la gobernador­a no suele elogiar al jefe de Gabinete, pero no lo ataca

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FOTOS: NA DIFERENCIA­S. En público no lo demuestran y en privado se cuidan, pero Peña no quiere resignar poder frente a los reclamos de la gobernador­a y el jefe de Gobierno porteño.
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