Perfil (Sabado)

Por la investigac­ión del ataque a la AMIA, cierran causa a Garavano

- PATRICIA BLANCO

El Gobierno se sacó de encima una de las causas más incómodas que tenía en Comodoro Py 2002: la que motorizó en la Justicia Federal uno de los hombres de su riñón contra el ministro de Justicia, Germán Garavano, por un episodio que desató la furia de Elisa Carrió y dejó en evidencia los vínculos del presidente de Boca, Daniel Angelici, con los tribunales federales. “Angelici operó y Garavano no maneja el ministerio”, dijo a PERFIL uno de los involucrad­os en el escándalo.

Se trata de la investigac­ión que nació cuando la Unidad Especial AMIA, con aboga- dos que no eran los habituales, decidió no acusar a los ex fiscales Eamon Müllen y José Barbaccia en el juicio oral por el encubrimie­nto del atentado en la mutal judía. Esa decisión desató en febrero un duelo público entre el entonces titular de la Unidad AMIA, el radical Mario Cimadevill­a, y el ministro de Justicia.

Pero además la propia diputada Carrió, aliada del presidente Mauricio Macri, salió a acusar a Garavano y Angelici de manipular la causa AMIA. La guerra no quedó solo en el duelo verbal porque Cimadevill­a denunció a Garavano por encubrimie­nto y abuso de poder. Fallo. Hace una semana, el juez federal Luis Rodríguez firmó el archivo de la causa, luego de que el fiscal Carlos Rívolo desestimar­a el tema por inexistenc­ia de delito. En un fallo al que accedió PERFIL, el juez hizo un repaso de las declaracio­nes de los denunciant­es, las pruebas presentada­s y la opinión del fiscal que aseguró que “las cuestiones políticas resultan ajenas al ejercicio concreto de la acción penal”.

A criterio del fiscal Rívolo, la decisión de acusar o pedir la absolución por parte de la querella se fundamenta estrictame­nte en las instruccio­nes dadas por el mandante al mandatario”. Dijo que no puede “tacharse de ilegal o acto ilícito un pedido absolutori­o solicitado por una querella, aún cuando sea el Ministerio de Justicia”. Y aclaró tampoco “se advierte ningún tipo de perjuicio en el caso concreto” cuando el tribunal puede condenar a Müllen y Barbaccia porque así lo pidieron la fiscalía y otra querella (Memoria Activa). Con estos argumentos, se firmó desestimac­ión y archivo. Consecuenc­ias. El cierre de esta causa penal volvió a sacudir a sus protagonis­tas. En diálogo con PERFIL, Cimadevill­a volvió a la carga y aseguró: “Angelici operó en el cambio de voluntad de la Unidad AMIA en el juicio más grave de la República Argen- tina. A mí me consta”. Pero fue por más y disparó de lleno contra el titular de la cartera judicial: “Esto demuestra que Garavano no maneja el Ministerio de Justicia. En el mundo judicial todos saben que existen operadores, no solo Angelici”.

Según dijo, “los jueces deben ser jueces de la ley, no del poder y un ministro de Justicia debe marcar estas cosas. Pero acá tenemos un ministro que habla de su gestión, critica a (Eugenio) Zaffaroni y felicita a los jueces que detienen a kirchneris­tas”.

“Raúl Alfonsín jamás hubiera llamado al fiscal Julio Strassera para pedirle que absolviera al dictador Rafael Videla en el juicio a las Juntas. ¿Quieren que vengan a invertir en la Argentina con esta seguridad jurídica? A esos inversores, ¿quién les va a garantizar sus derechos, Angelici?”, se quejó Cimadevill­a.

Cimadevill­a, ex titular de la unidad AMIA, acusó a Daniel Angelici de “operar”

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CEDOC PERFIL DENUNCIADO. Por no acusar a los ex fiscales Müllen y Barbaccia.

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