López Obrador envía señales a empresarios y a Estados Unidos
Tras su victoria, el presidente electo apuesta por la moderación y el pragmatismo. Felicitación de Slim.
Tras su aplastante victoria electoral, Andrés Manuel López Obrador no habló de las bondades del socialismo del siglo XXI ni de la necesidad de una revolución. Por el contrario, el presidente electo de México moderó su discurso y apostó por el pragmatismo y el diálogo, con señales a los mercados financieros, a Washington y a los empresarios. Tras meses de enfrentar una intensa campaña del miedo, AMLO promete que impulsará una política económica ortodoxa, al tiempo que anuncia medidas de estímulo al empleo juvenil y de aumento de las jubilaciones. La apuesta del líder de Morena apunta a construir una presidencia más vinculada a la gestión de Luiz Inácio Lula da Silva que a la experiencia bolivariana en Venezuela.
Su prédica apunta a combatir la corrupción, disminuir la pobreza, aplicar medidas de austeridad y mantener la independencia del Banco Central. “No se va a actuar de manera prepotente, no se va a imponer nada. Estamos construyendo una auténtica democracia, no una dictadura”, dijo este miércoles, tras reunirse con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que reúne a los hombres de negocios más poderosos del país. Allí firmó la paz, luego de una álgida campaña, y anunció un programa de promoción de empleo juvenil, una de sus grandes promesas de campaña. “He recibido felicitaciones públicas de empresarios mineros co- mo Germán Larrea, que me escribió una carta, y también de Carlos Slim, con una carta manuscrita, personal, felicitándome y además manifestando su compromiso de invertir en México para sacar adelante al país, de modo que vamos muy bien”, reveló a la prensa. Esa misiva sellaría la reconciliación del presidente electo y el multimillonario, que había criticado la pro- puesta de frenar la construcción del Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México, de la que participa como contratista, porque significaría “suspender el crecimiento del país”. Modelos. Los máximos referentes de AMLO son dos ex presidentes mexicanos: Benito Juárez, que combatió contra la intervención francesa de Maximiliano de Habsbur- go, y Francisco Madero, que se opuso al dictador Porfirio Díaz. Pero el líder de Morena también tiene espejos políticos a nivel regional. “Cuando asuma el poder va a moderarse. No le veo un perfil cercano a Hugo Chávez. Ese fue un argumento de grupos de derecha para hacer una campaña de desprestigio. Creo que está más cerca de un líder como Lula”, explicó a PERFIL Rodrigo Elizarrarás, analista de políticas públicas de la Consultoría Humint. Si bien imitaría el pragmatismo del líder del Partido de los Trabajadores (PT ), AMLO también liderará una cruzada anticorrupción, designando a un fiscal especializado en el área. “Se va a desterrar la corrupción del país”,
aseveró. Ortodoxia. El presidente electo apostará por la continuidad en materia económica. “La política económica de López Obrador será conservadora, no hará cambios radicales, sino graduales. Una de sus preocupaciones centrales es no generar alarmas en los mercados internacionales”, agregó Elizarrarás. El vecino del norte. El jefe de Estado intentará convencer a Donald Trump de que la única manera de que los mexicanos
no emigren a Estados Unidos es impulsando la economía de su país. “Le propuse explorar un acuerdo integral; de proyectos de desarrollo que generen empleos en México, y con ello, reducir la migración y mejorar la seguridad”, dijo AMLO, tras un primer diálogo telefónico.
Otro de los incentivos para la moderación es la coalición heterogénea que lo llevó al po- der. Morena se alió al Partido del Trabajo (PT), de izquierda, y el Partido Encuentro Social (PES), que reúne a fieles evangelistas y se opone al matrimonio gay y el aborto. Si bien su alianza tendrá una mayoría absoluta en el Congreso –268 diputados–, Morena solo cuenta con 145 y deberá consensuar los proyectos con esos dos aliados tan dispares. “Será complejo unir a estos