El tipo de cambio actual mejora el escenario exportador de la avicultura
Roberto Domenech de CEPA, resaltó la necesidad de profundizar en la exportación. “Es un camino sin retorno para consolidar el crecimiento”, pidió.
Cuántos de los argentinos carnívoros, amantes de las carnes rojas podrían haber apostado hace 20 años que el consumo de pollo (en tanto carne y huevos) superaría al consumo de carne bovina. Seguramente no serían muchos, y tal vez todavia duden de los indicadores. Pero el caso es que esta semana, en ocasión de celebrarse el “Día Nacional de la Avicultura”, Roberto Domenech, presidente de la Cámara que aglutina a los industriales del pollo, fue elocuente con las cifras. “La suma del consumo de carne de pollo y de huevos ha convertido a la producción avícola en la proteína animal más consumida en nuestro país con 63 kilos por habitante al año”, manifestó en el recinto de la Bolsa de Cereales, donde se realizó el festejo y al que asistió hasta el Ministro de Agroindustria de la Nación Luis Miguel Etchevehere.
La carne de pollo también tiene la cualidad nada desdeñable del precio que le permite llegar a todo el país y todos los niveles sociales por su calidad, su confiabilidad y la accesibilidad de su precio.La producción avícola ha demostrado con creces su eficiencia. No sólo desde lo productivo sino también por el acceso a los mercados, llegando cada vez a más destinos y consumidores. Esto ha permitido que la Argentina se convierta en el 8vo productor y exportador de carne aviar.
El país llega con sus pollos a 75 mercados del mundo y sigue trabajando para seducir a nuevos compradores. “El camino de la exportación es un camino sin retorno. Es la dirección a tomar para consolidar un crecimiento constante, que haga previsible al sector”, alegó Domenech en su discurso. En lo que respecta a la exportación entran en juego las nuevas reglas macroeconómicas luego de los cambios oficiales. La devaluación que ha beneficiado a algunos sectores, en especial a los exportadores, también parece traerle un soplo de aire fresco a los exportadores avícolas. “El tipo de cambio actual mejora el escenario exportador, debemos defenderlo, la inflación es la madre de la batalla, pero si queremos controlarla anclando el tipo de cambio, el precio lo pagaremos a través de la balanza comercial”, indicó Domenech. “Quien compra quiere vender, y nosotros debemos crecer en la exportación de maíz, soja, trabajo y valor agregado no sólo con la venta del producto primario, sino a través de convertir nuestras producciones primarias en carnes, huevos y alimentos elaborados.
En lo referente a la parte pública, reconoció las respuestas recibidas a los pedidos del sector. “Hay un camino de seguimiento y ordenamiento en la búsqueda de la formalidad en todas las carnes donde participamos y reiteramos el pedido de agilizar la incorporación de los controladores fiscales en nuestros sectores”, dijo.
La avicultura es un sector en movimiento permanente. “Entre la producción de huevos y pollo consume 6.000.000 de toneladas de maíz y 2.200.000 toneladas de pellet y poroto de soja. Desde CEPA destacan que además da trabajo en forma directa e indirecta a 100.000 personas. Un sector en movimiento que quiere crecer.
“En el país se consumen 45,8 kg de carne y 17,2 kg de huevo por habitante/año”.