BUCEAR EN EL BARCO
Un cable señala el camino hacia la profundidad. Poniendo una mano tras otra, los buceadores van bajando. Abajo se divisa una enorme sombra en el agua azul del Caribe: el Spiegel Grove, de 155 metros de eslora, uno de los pecios más famosos del mundo. La nave de la Marina estadounidense no fue víctima de ninguna tormenta ni de un torpedo enemigo. Los propios estadounidenses la hundieron a diez kilómetros de la costa de Cayo Largo para convertir el barco en un espacio vital para corales y peces, y en una atracción turística para buceadores. Desde la década de los 70, la alfombra de corales del tercer arrecife más grande del mundo se ha reducido de forma drástica. Por esta razón se recurre a la creación artificial de bancos de corales mediante el hundimiento de barcos y otros objetos. En la década de los 90 fueron hundidos dos barcos de la guardia costera, el Duane y el Bibb. Durante muchos años, el Duane fue el pecio más visitado por buceadores en todo el mundo. Junto con otros ocho pecios conforman el Florida Shipwreck Trail. El Spiegel Grove no forma parte del Florida Shipwreck Trail, porque no fue hundido hasta 2002. La operación no resultó perfecta, ya que el barco quedó acostado en el fondo marino sobre su lado derecho, hasta que en el año 2005 el huracán Dennis lo enderezó. “La tormenta reparó el error del ser humano”, dice Yariem Hernández Aquilá. El cubano es profesor de buceo en Cayo Largo y acompaña a los turistas durante su inmersión. El grupo de buceadores desciende entre 25 y 30 metros. El agua turbia refuerza la sensación fantasmal. Colocar un barco como arrecife artificial en el fondo marino es una operación cara y complicada. Nadie lo sabe mejor que Josep Weatherby, de 56 años, director de la empresa Artificial Reefs International, encargada del hundimiento del Spiegel. Este pecio es muy popular entre los buceadores. A veces hay hasta diez barcos amarrados a las boyas. Sin embargo, el hundimiento de barcos también es motivo de controversia ya que quienes se oponen denuncian la acumulación de basura en el fondo marino y la reducción de la diversidad de especies en los arrecifes naturales, ya que un barco hundido atrae a peces. Sin embargo, tras una investigación de tres años, la organización Reef sostiene que un barco hundido alberga una diversidad de especies similar a la de un arrecife natural. “Los pecios mejoran con los años, como un vino de buena calidad”, concluye Weatherby.