Los kurdos negocian con Al-Assad el futuro de su territorio en Siria
Una coalición de milicias árabe-kurdas, apoyada por Estados Unidos, comenzó ayer en Damasco a analizar con el régimen de Bashar al-Assad el futuro de las vastas regiones bajo control kurdo en Siria, en los primeros contactos de este tipo desde que comenzó la guerra en 2011.
El régimen, que incrementa las victorias frente a los rebeldes y yihadistas, con el decidido apoyo de Rusia, combatió muy poco a la minoría kurda, que adoptó una posición de “neutralidad” hacia el poder y la rebelión en el conflicto.
Los kurdos de Sir ia, opr imidos durante años por el poder, instauraron una autonomía de facto en sus regiones del norte y noreste tras la retirada de las fuerzas sirias al comenzar el conflicto en 2011, lo que representa ahora el 30% del territorio, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Incomodidad. El gobierno de Al-Assad está incómodo con esa autonomía. Los kurdos tienen su propia policía, así como escuelas donde se enseña su lengua, y durante el conflicto crearon las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), la fuerza de avanzada en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico, respaldada por la coalición internacional dirigida por Estados Unidos.
El Consejo Democrático Sirio, brazo político de las FDS, envió a Damasco a sus repre- sentantes para negociar con el régimen, dos meses después de que Al-Assad amenazara con recurrir a la fuerza para reconquistar los territorios kurdos.
La delegación compuesta por responsables políticos y militares “efectúa por primera vez una visita oficial a Damasco, invitada por el gobierno”, afirmó el copresidente del Consejo, Riad Darar.
Territorios. En el norte y el noreste de Siria, en las fronteras con Turquía e Irak, la comunidad kurda controla vastos sectores de territorio entre las provincias de Raqa y Alepo, pero también de Deir Ezzor y Hasake, donde hay importantes yacimientos de hidrocarburos.
En 2016 proclamaron una “región federal”, una administración que gestiona los territorios controlados por los kurdos y que representan el 15% de la población siria.
La milicia kurda, Unidades de Protección Popular (YPG), es la columna vertebral de las FDS, que expulsaron con apoyo de Estados Unidos a EI de Raqa, “capital” siria del grupo. Con el apoyo de la coalición internacional, las FDS siguen a los yihadistas en Deir Ezzor.
Turquía, hostil a las facciones kurdas, obligó a las YPG a evacuar la ciudad de Manbij, cerca de la frontera turca, tras amenazarla con lanzar una ofensiva para tomarla.
En marzo, las Fuerzas Armadas turcas y milicias sirias conquistaron el enclave kurdo de Afrin, en el noroeste del país.
Las milicias kurdas fueron