La NASA inicia una misión histórica para estudiar el Sol
Comenzó la cuenta regresiva para el lanzamiento de la sonda Parker que, gracias a su escudo ultrarresistente y al empeño de la NASA y la comunidad científica, intentará atravesar la atmósfera solar. Del tamaño de un automóvil y con un costo de 1.500 millones de dólares, la Parker Solar Probe será lanzada a bordo del cohete Delta IV Heavy en la madrugada de hoy desde Cabo Cañaveral en Florida. La ventana de lanzamiento, con una duración de 65 minutos, se abrirá a las 4.33 de Argentina. Según la Agencia Espacial de Estados Unidos, las condiciones climáticas son actualmente favorables al 70% para el lanzamiento.
De alcanzar su objetivo, Parker se convertirá en el primer aparato construido por humanos que enfrentará las infernales condiciones de la corona, la parte más ex- terna de la atmósfera del Sol, pasando a unos 6,2 millones de kilómetros de la superficie de la estrella.
Acercándose más al Sol que cualquier nave espacial en la historia, el objetivo principal de la sonda es escudriñar los secretos de la corona, la inusual atmósfera de esta estrella. La corona del Sol no solo es 300 veces más caliente que su superficie, sino que también emite poderosos plasmas y partículas energéticas que pueden liberar tormentas geomagnéticas espaciales, causando estragos en la Tierra al interrumpir la red eléctrica.
Pero se sabe poco sobre estas explosiones solares. “Parker Solar Probe nos ayudará a hacer un trabajo mejor al predecir cuándo ocurrirá una perturbación de los vientos solares que podría afectar la Tierra”, dijo Justin Kasper, uno de los científicos del proyecto y profesor de la Universidad de Michigan. Durante los siete años que durará la misión, está previsto que Parker cruce 24 veces la corona, a una velocidad de 700 mil km/h.
La nave cruzará 24 veces la corona, una zona 300 veces más caliente que la superficie del Sol
Protección. La nave está protegida por un escudo compuesto de carbono de una docena de centímetros de espesor que debe cuidar los instrumentos científicos que ella transporta de una temperatura de casi 1.400 grados centígrados. Las herramientas de la sonda deben medir las partículas de alta energía, las fluctuaciones magnéticas y tomar imágenes para comprender mejor esta corona, que es “un entorno muy extraño y poco familiar para nosotros”, sostuvo Alex Young, un especialista del Sol en la NASA.
Como una señal del interés puesto en esta misión, Parker es la única nave de la NASA que lleva el nombre de un científico aún vivo, el famoso astrofísico Eugene Parker, que ahora tiene 91 años. El fue el primero en desarrollar la teoría de los vientos solares supersónicos en 1958, que estudiará ahora esta sonda que lleva su nombre, ante lo cual se dijo “impresionado”.