DE RODILLAS CONTRA TRUMP
COMO EN LA TEMPORADA PASADA, LOS JUGADORES DE FUTBOL AMERICANO SE QUEJAN DURANTE EL HIMNO ESTADOUNIDENSE POR LA REPRESION Y EL MALTRATO A LA POBLACION NEGRA. EL PRESIDENTE LOS INSULTA VIA TWITTER.
Dos años después de que Colin Kaepernick se arrodillara por primera vez durante el himno nacional de Estados Unidos, el espíritu de su protesta contra el racismo sigue vivo en los campos de fútbol americano y amenaza con volver a centrar la atención en la nueva temporada de la NFL.
Varios jugadores siguieron los pasos del mariscal de campo en algunos de los 12 partidos de inicio de pretemporada que se disputaron el jueves en Estados Unidos.
A lgunos se arrodillaron, otros levantaron el puño y hubo quienes directamente no salieron al campo mientras sonaba The Star-Spangled Banner.
“¡Que se pongan de pie con orgullo para el himno nacional o que sean suspendidos sin salario!”, tronó ayer Donald Trump en Twitter tras las protestas de la noche anterior. “Ganan una fortuna haciendo lo que aman”, escribió. “Un partido de fútbol en el que los fans pagan taaanto dinero por ver y disfrutar no es lugar para protestar”.
El mandatario libró una batalla contra estas protestas durante la temporada pasada, en la que llamó “hijos de puta” a Kaepernick y a quienes siguieron su ejemplo, e instó a los clubes a echarlos.
La NFL es la más importante de las grandes ligas del país. Dos tercios de sus jugadores son negros, pero el fútbol americano profesional, con entradas a los estadios que cuestan mucho más que las de la NBA o el béisbol, es un deporte seguido más por blancos.
“Antes de disfrutar de este partido, tomémonos un momento para considerar que más del 60% de la población carcelaria es gente de color. La NFL está integrada en un 70% por afroamericanos. Lo que ven en el campo no representa la realidad diaria de Estados Unidos. Somos anomalías...”, apuntó en Twitter el jugador de los Philadelphia Eagles Malcolm Jenkins antes del partido que el jueves enfrentó a su equipo con los Pittsburgh Steelers.
Luego, mientras sonaba el himno nacional, levantó al cielo el puño derecho. Su compañero De’Vante Bausby lo acompañó. “Mientras esperamos a que la Liga tome su decisión sobre lo que va a hacer desde el punto de vista reglamentario, creo que es importante que utilicemos la plataforma como podamos”, declaró tras el partido. Jenkins se refería a las conversaciones que la NFL está manteniendo con la asociación de jugadores (NFLPA), en el marco de las cuales la Liga decidió en julio dejar en suspenso las nuevas normas respecto del himno aprobadas en mayo en un intento de evitar protestas en la nueva temporada, que arranca el 6 de septiembre.
Medios estadounidenses criticaron las nuevas disposiciones como una concesión a Trump. Entre ellas estaba la imposición de multas a los equipos en los que se produjeran protestas, aunque dejaba en manos de estos sancionar o no a los jugadores.
A los que no quisieran escuchar el himno de pie les permitía quedarse en el vestuario, algo que tampoco gustó nada a Trump. “Si no respetan la bandera o si no les gusta el país, o lo que sea, pueden quedarse en el vestuario. ¿No es eso peor que no ponerse de pie?”, clamó entonces el presidente.
Entre quienes protestaron el jueves por la noche estuvieron también Kenny Stills y Albert Wilson, de los Miami Dolphins, que se arrodillaron antes del partido contra los Tampa Bay Buccaneers. Su compañero Robert Quinn levantó el puño.
Kaepernick, el iniciador del movimiento, les agradeció el gesto en un tuit. “¡Manténgase fuertes, hermanos!”. Kaepernick, de 30 años, era uno de los mejores quarterbacks de la NFL cuando en agosto de 2016 comenzó a protestar. Pagó un alto precio por mantener su protesta pese a las arremetidas de Trump y las críticas de un sector social estadounidense. Desde que puso fin a su contrato con los San Francisco 49ers en marzo de 2017, nadie quiso ficharlo. Hoy sigue sin equipo y dio por finalizada su carrera profesional.