Dujovne dejó en evidencia sus fuertes diferencias con Caputo y Quintana
Hubo cruces por cómo y cuándo debía intervenir el Central para calmar al dólar, y también por el mensaje de Macri. El ministro de Hacienda admitió errores internos.
Tuvo una de las peores semanas desde que es funcionario. Entre rumores de renuncia y peleas internas por el manejo de la crisis económica, Nicolás Dujovne, el ministro de Hacienda, volvió a ser la cara visible del Gobierno en plena corrida cambiaria. El lunes será quien comunique las nuevas medidas económicas que incluyen desde modificaciones en la estructura impositiva a un flamante ajuste fiscal.
Entre sus íntimos, Dujovne admite “errores internos” y, como pocas veces, en estos días mostró sus diferencias con Luis “Toto” Caputo, el titular del Banco Central, y con el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana por el manejo de la crisis.
Con Caputo las discrepancias venían desde que “Toto” asumió en el Central. “Son dos perfiles muy distintos, hubo decisiones que no compartieron”, confiesa a PERFIL un funcionario del equipo económico. “Toto es más imprevisible, es un trader, Nicolás tiene otra mirada más a largo plazo sobre los mercados”, agrega.
En estos días, las diferen- cias se hicieron ver cuando no acordaban cuándo, y cómo, debía intervenir el Central en el mercado de cambios para calmar al dólar. Todo bajo el telón del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Otra mirada distinta se dio con el mensaje del miércoles del presidente Mauricio Macri al organismo: Dujovne se oponía mientras Caputo estuvo de acuerdo.
La otra interna fuerte del gabinete económico (que se había reunido el martes pasado, justo un día antes de que se desatara la crisis) es con Quintana. El poderoso, hoy alicaído, vicejefe de Gabinete venía de un viaje a los Estados Unidos para convencer a inversores y nunca logró ponerse de acuerdo con Dujovne.
“Es lógico que tengan recelo, Nicolás vino a ocupar una parte de las funciones que antes tenía Mario”, confía una fuente del gabinete económico. Claro, las apetencias de ser “jefe político” del ex dueño de Farmacity pesaron sobre los encuentros que vienen teniendo desde que ambos comparten el gabinete. Curiosamente no ocurre lo mismo con el otro vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui, con quien los une un cordial vínculo. Vale agregar: no solo Dujovne tiene una relación tirante con Quintana y no reniega de Lopetegui, al menos cuatro ministros nacionales expresan lo mismo. Entre ellos, A ndrés Ibarra (Modernización), quien le expresó a Macri en varias oportunidades los vericuetos de las intervenciones del vicejefe en su ministerio para intentar acotarlo.
Rumores. Paralelamente, las versiones sobre el alejamiento del Gobierno de Dujovne regresaron con fuerza, en especial el miércoles, cuando comenzó la fuerte escalada del dólar. “Ya se acostumbró a la lógica de que le peguen y dejó de hacerse mala sangre por los rumores de siempre”, confían en el Palacio de Hacienda.
La mutación de Dujovne hoy se puede ver: pasó de ser un técnico con perfil bajo a un rol más vinculado a la política y con una alta exposición, como uno de los voceros elegidos por Macri para hablar de economía.
“Es un contexto muy complejo y sabe que su rol es clave. Pero tiene confianza en sacar adelante todo”, se limitaron a decir los voceros de Dujovne. Hoy, para el Gobierno su relación con el FMI, y su vínculo personal con Christine Lagarde (la directora ejecutiva del Fondo) son importantes.
Ayer, el ministro de Hacienda pasó gran parte del día en la residencia presidencial de Olivos. Hoy y mañana estará gran parte de su tiempo entre su casa en el Bajo Belgrano y la residencia presidencial junto a un puñado de asesores definiendo los últimos trazos de los anuncios que realizará el lunes. Luego vendrá otra parada: el viaje a Washington para exponer ante el FMI. Serán días en que deberá dejar de lado uno de sus placeres: jugar al tenis con su hija.