La Justicia española archivó una causa contra Juan Carlos
El escándalo se inició con unos audios que lo involucraban en pagos ilegales y en el uso de un testaferro para abrir una cuenta en Suiza.
Uno de los mayores escándalos que involucraba al rey emérito de España Juan Carlos I se terminó ayer viernes cuando la Justicia decidió archivar una causa en su contra. La misma le atribuía diferentes delitos cometidos antes de abdicar a su puesto y que se dieron a conocer a partir de varios audios reali- zados por una “amiga íntima”. La mujer en cuestión es Corinna zu Sayn-Wittgenstein, una aristócrata alemana que saltó a la popularidad cuando se comenzó a sospechar que era la amante del monarca. En las grabaciones ella aseguraba que Juan Carlos pagó comisiones ilegales, la usó de testaferro y puso a nombre de un primo una cuenta en Suiza. Además agregaba que él realizó todas esas acciones cuando aún era jefe de Estado.
Los audios se difundieron en julio y fueron tomados sin la aprobación de ella por José Manuel Villarejo, un comisario jubilado que se encuentra en prisión preventiva por diversos delitos. Esto generó que la prensa española interpretara que en realidad eran una forma de extorsión aunque los protagonistas nunca negaron la autenticidad del contenido de los mismos.
En un primer momento varios partidos españoles solicitaron en el Congreso la creación de una comisión de investigación para aclarar el caso; pero no se lograron los votos necesarios. De todas formas, ante la magnitud del escándalo la Audiencia Nacional inició una investigación para comprobar los hechos revelados.
El juez que cerró la causa señaló que había indicios demasiado débiles contra el ex rey
Luego de las indagaciones la Fiscalía Anticorrupción solicitó el cierre y el juez a cargo aprobó el pedido con el argumento de que “los indicios son demasiado débiles y los actos en cuestión se produjeron antes de la abdicación de Juan Carlos cuando gozaba aún de inviolabilidad penal como jefe de Estado”.
Desde el punto de vista judicial la monarquía española atraviesa un año complicado. Al caso de Juan Carlos I se suman el de su hija, la infanta Cristina y su yerno, Iñaki Urdangarín, quien está preso desde junio tras ser condenado a cinco años y diez meses de prisión por malversación, prevaricación, fraude, delitos fiscales y tráfico de influencias. Por esa misma causa, la infanta fue absuelta, pero tuvo que pagar una multa de casi 300 mil euros y no participa de los actos oficiales.