Rechazo a que el Ministerio de Salud sea una secretaría
FLORENCIA BALLARINO “Que el gobierno nacional reconsidere esta medida entendida como un retroceso institucional inadmisible para el país”. Este fue el pedido de más de cuarenta sociedades científicas y organismos no gubernamentales, tras conocerse la decisión de relegar el hasta ahora Ministerio de Salud de la Nación a una secretaría más, que dependerá del Ministerio de Desarrollo Social.
En un comunicado conjunto, la comunidad médica manifestó su preocupación por la pérdida de rango ministerial de la cartera sanitaria “ya que evidencia que la salud pública no se encuentra entre las prioridades del Poder Ejecutivo”. Y advirtieron que esta situación “impactará en mayor medida en la población más vulnerable desde el punto de vista social y económico”.
El Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), que dirigió Adolfo Rubinstein hasta hacerse cargo del Ministerio en 2017, también hizo pública su preocupación respecto de la decisión gubernamental de fusionar Salud y Desarrollo Social. “Lo que dejemos de hacer hoy en salud puede producir daños que afectarán a generaciones de argentinos durante décadas. Quienes formamos esta institución estamos convencidos de que es necesario contar con estructuras y recursos que favorezcan y garanticen el acceso equitativo y federal a una atención sanitaria de calidad a toda la población”.
Desde el interior de la flamante secretaría circularon, también, expresiones de rechazo. Es el caso de un texto del Equipo de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles donde advierten que “no están dadas las condiciones que permitan sostener las misiones y funciones que atañen al Ministerio, afectando en forma directa la salud de la población”.
Por su parte, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE-Malbrán) denunciaron que los fuertes recortes sa- lariales sumados a la degradación del Ministerio “ponen en peligro las actividades científico-sanitarias del Anlis-Malbrán” y llamaron a un paro y movilización para el próximo miércoles. Incertidumbre.
Aunque desde el nuevo Ministerio de Salud y Desarrollo social aseguran que los planes y programas que viene desarrollando salud “se mantendrán” y que “está garantizado el presupuesto pedido y los fondos para el funcionamiento de los programas”, por los pasillos del viejo edificio de la 9 de Julio hay mucha incertidumbre. Se desconoce aún cuál será el organigrama final del nuevo Ministerio y qué pasará con los puestos de trabajo “duplicados”.
Sí está confir mado que Adolfo Rubinstein seguirá al frente de la Secretaría de Salud luego de algunos rumores de renuncia que circularon esta semana y que luego fueron desmentidos. Rubinstein deberá reportar directamente a la ministra Carolina Stanley, quien sumará bajo su órbita también el control de las Obras Sociales. “Van a trabajar en conjunto”, confiaron fuentes del sector que destacaron la buena onda que existe entre ambos funcionarios: “Hablan por teléfono todos los días”.