Temer abucheado en el acto por el Día de la Independencia
El presidente brasileño, Michel Temer, cuya impopularidad es la más baja desde el retorno de la democracia, fue abucheado ayer al encabezar, por última vez, el tradicional desfile militar en Brasilia, con el que el país conmemora el Día de su Independencia.
Temer, que asumió la presidencia en agosto de 2016 tras la destitución de Dilma Rousseff, entregará el poder en enero próximo al vencedor de las elecciones presi- denciales del 7 de octubre. Según los últimos sondeos, su popularidad no supera el 4%, mientras que la intención de voto del candidato de su partido, el ex ministro de Hacienda Henrique Meirelles, se limita al 2%, lo que lo ubica como octavo en la carrera electoral.
A l igual que en los dos últimos años, el impopular gobernante se abstuvo de usar el Rolls-Royce convertible de la Presidencia en el que tradicionalmente desfilaban sus antecesores y lo hizo en un vehículo oficial de vidrios oscuros. Temer, acompañado por su esposa, Marcela, y su hijo, Michelzinho, de 9 años, llegó al palco colocado en la Explanada de los Ministerios, la amplia avenida en Brasilia en que están ubicados las sedes de la Presidencia y de la Corte Suprema, la del Congreso Nacional y las edificaciones de todos los ministerios. Allí, encabezó el desfile conmemorativo de los 196 años de la independencia, acompañado por once de sus ministros y las principales autoridades civiles y militares del país.
De acuerdo con la Presidencia, 30 mil personas asistieron al acto, donde desfilaron estudiantes y bandas marciales juveniles, seguidos por integrantes de la Marina, el Ejército, la Fuerza Aérea, la Policía Federal, la Fuerza Nacional de Seguridad, la Policía Militarizada y el Cuerpo de Bomberos. Las atracciones más aplaudidas fueron las pi- rámides humanas montadas por soldados sobre motos y la exhibición realizada por una tradicional escuadrilla de avionetas de la Fuerza Aérea que realiza piruetas en el aire y escribe mensajes en el cielo con señales de humo.
El desfile se extendió por poco más de dos horas y concluyó sin ningún incidente pese a que la seguridad había sido reforzada ante el temor de que movimientos sociales o agrupaciones políticas aprovecharan la solemnidad pública para manifestarse.
Bolsonaro. A diferencia del acto en Brasilia, el desfile militar de Río de Janeiro fue copado por seguidores del diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, líder en los sondeos para las elecciones presidenciales del 7 de octubre. Los manifestantes portaron carteles de apoyo al ex capitán del Ejército, que sufrió el jueves un ataque que le provocó heridas graves, aunque no mortales.