DONDE (NO) ESCONDER LOS AHORROS

En el marco de este nuevo sacudón económico, estas líneas pretenden ser una didáctica guía sobre dónde NO esconder sus ahorros, ahora que los sacó del banco por miedo a cualquier posible “corralazo” y suponiendo, claro, que tenga ahorros todavía, lo cual ya es bastante meritorio. Descarte el colchón, por obvio. Imagine que le toca timbre la Banda del Gordo Valor. No van a querer tomar unos mates. Lo primero que van a hacer es darle vuelta el colchón, y llevarse esos billetes que tanto sacrificio le costaron. Así que le pido que no sea tan previsible. El freezer. Aunque usted no lo crea, todavía hay gente que abre la heladera, y puede encontrarse con un bulto sospechoso. Recuerde la famosa anécdota de Pablo Echarri, cuando vivía con Natalia Oreiro, y se le ocurrió esconder dólares adentro de un pollo... que su pareja cocinó. Seguramente por eso se habrán peleado. Tapitas de la luz. Hay quienes quieren emular a McGyver –referencia ochentosa– y sacan la tapita de la conexión eléctrica, para meter adentro, pongalé, un rollo de efectivo. Nos sentimos muy astutos, pero ojo con un cortocircuito. O que nos olvidemos para siempre la plata ahí, hasta que un electricista venga a hacernos un arreglo y se encuentre con el efectivo in situ. Una media. La complicación viene por definición: ¿Cuál media? Todos tenemos muchos pares de medias en el cajón. ¿En cuál está? Y ojo con colocar ESA media en otro sitio, porque la presencia de una media sola es recontra obvio que esconde algo. Se acusa sola. Tiene como una flecha que indica: “Busque acá”. En fin, descartados todos estos lugares, le dejamos la tarea de buscar uno que sea más seguro. Usted sabrá. Confío plenamente. Solamente le pido que después, de pura emoción, no lo publique en Facebook, donde los cacos abundan. Gracias.