Perfil (Sabado)

Se triplicaro­n las consultas por cajas de seguridad

- P.V.

Desde que comenzó septiembre, con el dólar en su máximo de $ 40, los depósitos en los bancos cayeron casi US$ 1.000 millones según los datos que publica el Banco Central.

Si bien la divisa comenzó a descender y da señales de estabiliza­rse, en la semana algunos minoristas decidieron sacar sus dólares de las cuentas para volcarlos al colchón –o sus versiones más aggiornada­s– y las cajas de seguridad.

Ese movimiento se vio en los depósitos en dólares del sector privado, con un volumen que cerró en US$ 27.500 millones. En cuatro días se perdieron US$ 952 millones en depósitos.

Los analistas –de distintos colores políticos– coinciden en que el mov imiento f ue chico y el sistema bancario está mucho más sólido que en otras crisis, como en 2001, cuando la corrida cambiaria –dejar el peso para pasarse a l dólar – se tranfor mó en bancaria –sacar los dólares del banco–.

Pese a las diferencia­s con las crisis anteriores, en los bancos privados coinciden en que aumentaron las consultas y pedidos por cajas de seguridad, para las que, además, hay disponibil­idad.

“En agosto se triplicaro­n las consultas con respecto al primer trimestre del año”, detallaron desde una de las entidades bancarias priva- das. En otra de las firmas marcaron que hubo un aumento de pedidos, pero fue bajo.

Atrás quedaron los días de las listas de espera por una caja de seguridad. “Tenemos amplia disponibil­idad en Ciudad y provincia de Buenos, La Plata y Mendoza”, explicó Patricia Riondini, gerenta de Producto del Banco Itaú. “No hay ninguna situación de lista de espera ni nada por el estilo”, señalaron desde otro banco.

Para Jorge Carrera, profesor de Finanzas Internacio­nales de la Universida­d Nacional de La Plata y ex BCR A , en la primera fase salieron los inversores “sofisticad­os”, con US$ 23 mil millones de fondos al exterior.

Confianza. Lo que se vio esta semana es “una segunda parte de tenedores de dólares en el banco que sienten desconfian­za”, agregó el economista.

“El minorista es el más preocupant­e. Las grandes empresas, los fondos, las salidas por transferen­cias –lo que se conoce como dólar cable–, es otro grupo. Pero el eje central del sistema es la confianza”, recordó. “No todos podemos ir a pedir lo que tenemos depositado. En pesos siempre hay un prestamist­a de última instancia, que es el Central”, indicó el especialis­ta.

En ese marco, recordó que, tras la experienci­a de 2001, “hay regulacion­es que son muy restrictiv­as con lo que pueden hacer los bancos con los dólares” y que una parte está en los encajes del BCRA. Las reservas, en tanto, están engrosadas con otros ítems, como el swap con China o el préstamo de Basilea.

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