Crisis en el Posadas: abrazo al hospital en rechazo a los despidos
Con un abrazo simbólico como vienen realizando cada semana, los profesionales y trabajadores del Hospital Posadas se manifestaron ayer para repudiar los despidos de médicos de diferentes áreas de esta semana, que sumados a enfermeros y otros trabajadores despedidos este año ya son más de 200.
Esta semana, 40 médicos recibieron telegramas, aunque podrían llegar a ser más. “Es todo incertidumbre y mucha angustia”, dice un trabajador del hospital. Neumonología, clínica médica, pediatría, psicología, farmacia, son algunas de las áreas donde se produjeron los despidos. Otras, como cirugía cardiovascular pediátrica y ecografía pediátrica directamente se quedaron sin profesionales.
En el primer caso, tras conocerse la nueva ola de despidos, el cirujano Christian Kreutzer, a cargo del sector y de la Fundación Posadas, renunció junto con todo su equipo. En el área de ecografía pediátrica, de cuatro profesionales solo quedaba una médica, que recibió el telegrama esta semana. “Están destruyendo el Hospital Posadas y nadie se entera. Echaron a un montón de enfermeros y profesionales. Hoy me tocó a mí. Y no queda nadie que haga las ecografías pediátricas en mi sector”, escribió en Twitter María Angeles Piergallini,
La Secretaría de Salud justificó los despidos por “incumplimiento de horario”
una de las médicas despedidas, que trabajaba en el hospital desde 2015 y desde 2009 se formaba allí. Desde la Sociedad Argentina de Pediatría emitieron un comunicado manifestando su preocupación por la situación del hospital. De alta complejidad, el Posadas atiende una gran parte de población vulnerable de la zona oeste del conurbano bonaerense.
En tanto, desde la Secretaría de Salud justificaron los despidos al sostener que los médicos despedidos no cumplían con las 40 horas semanales establecidas en el contrato. Aunque, según relatos de profesionales del lugar, el contrato establece que de esas 40 horas, 10 pueden dedicarse a formación, tanto dentro como fuera del lugar.
Muchos de los trabajadores del hospital cuentan con contratos que se renuevan semestral o anualmente. Incluso profesionales con más de diez años cuentan con esa modalidad de contratación. “Más allá de lo económico, lo que más duele es perder el contacto con el paciente hospitalario”, dice Piergallini. “Es el sentido de pertenencia, de haber elegido la salud pública para trabajar”, aporta María Carolina Mendiondou, otra médica despedida, del sector de medicina interna, quien habló de “falta de ética” en el criterio para despedir.
En ese contexto, los residentes también reclaman porque los que ingresaron este año llevan tres meses sin cobrar y no saben cuándo les van a pagar.