“Soy hijo de la universidad pública, en Cambiemos también la defendemos”
Sumó a su cartera Cultura y Ciencia, aunque descarta ser un ministro “poderoso”. Niega recortes en la educación superior y en el Conicet.
EZEQUIEL SPILLMAN Alejandro Finocchiaro es el ministro de Educación. Fue uno de los grandes ganadores del reparto de áreas con la incorporación de Ciencia y Cultura a su cartera. Profesor universitario de Derecho en la UBA y La Matanza, e histórico militante peronista, en una entrevista con PERFIL analiza la gestión, se muestra aliviado tras el acuerdo paritario con los gremios universitarios y niega recortes en el Conicet.
—Tras un mes de paro, ¿no se podría haber resuelto antes el conflicto universitario?
—La paritaria salarial universitaria es de marzo a marzo. Cuando planteamos el 15% era una oferta posible de ser discutida. Después pasaron estos meses tormentosos y no teníamos, en ese momento, la certidumbre de hacer una oferta que los gremios pudieran aceptar. Eso fue dilatando las conversaciones.
—¿En 2019 no habrá recorte sobre las universidades públicas?
—Hay un valor central que es la verdad. Sobre la base de una discusión salarial hubo sectores que se montaron en una campaña de desinformación. Es verdad que tuvimos un atraso en las partidas de mantenimiento pero cuando se originó la discusión estábamos prácticamente al día y hoy lo estamos. No hay recorte para la universidad. En materia de infraestructura seguirán las obras en marcha. Para obra nueva vamos a priorizar la educación obligatoria porque no tenemos universidades con riesgo edilicio.
—Tras el último paro, ¿no hay chances de abrir la paritaria nacional docente?
—Hubo un paro en Ciudad y Provincia que no es por un punto menos o más de paritaria, lo que verdaderamente se está discutiendo, y muchos gremios se niegan, es la estructuración y la planificación del sistema educativo. Si en Provincia tenés una masa salarial de la cual pagás casi un 20% en licencias, con un médico que dio 30 licencias en un día o pedidos desde Cancún, algo no funciona. La gran mayoría son buenos docentes. Por eso hay que estructurar beneficios positivos como el presentismo e incentivos salariales por capacitación. Con referencia al paro nacional: las consignas son, algunas falsas, y otras eslóganes. “Apertura de la paritaria nacional”; la realidad es que nunca hubo, había una parodia con una mesa donde un gremio aliado (Ctera) al gobierno anterior tenía la mayoría. La justicia laboral en primera y segunda instancia estableció que no existe paritaria. Otra cuestión fue “no a la eliminación del Fondo de Incentivo Do- cente”; y es mentira ya que va en el presupuesto. Y vamos a mandar un buen presupuesto universitario, yo soy docente universitario y fui autoridad. Soy hijo de la universidad pública, en Cambiemos también la defendemos. Con eslóganes se pueden armar marchas pero no se construye la educación que va a hacer despegar a la Argentina.
—Habiendo incorporado dos ex ministerios (Cultura y Ciencia), ¿es un superministro?
—No. Soy un ministro. Y no soy un ministro poderoso, el único poder lo tiene el Presidente, que es quien ha sido votado para conducir el país. Tenemos el poder que nos delega el Presidente. —¿Habrá recortes en el Conicet?
—No solo no va a haber recortes en el Conicet, sino que acabo de firmar la incorporación de 450 investigadores. Estamos ampliándolo. La ciencia y la tecnología se van a potenciar en el nuevo ministerio. —¿Cómo lo vio a Macri en estos días?
—Está muy bien. Tiene una gran claridad sobre lo que hay que hacer para que el país deje de ser una promesa y sea una realidad. El Presidente es un realista, sabe cuándo está pasando momentos difíciles y es un gran piloto de tormentas. Y solo puede serlo aquel que sabe dónde está el norte. —¿Peña debería haberse alejado de su cargo?
—No. Primero: nunca hay que personalizar. Los gabinetes funcionan o no. Marcos Peña es un gran jefe de Gabinete y es quien interpreta fielmente lo que el Presidente quiere hacer, y nos ayuda en nuestro trabajo cotidiano.
—¿Le dio bronca que se haya mencionado a Lousteau para su cargo?
—No. Acompaño a Macri desde 2003 y tengo una fe inmensa en que esta es la generación que va a resolver los problemas estructurales del país. Soy parte de un proyecto que no es mesiánico sino que trabaja con convicciones. Ocuparé el lugar que me toque. Y si no me toca ocupar ninguno, apoyaré como ciudadano. —¿Qué opina del caso de la docente torturada en Moreno?
—Claramente toda persona de bien tiene que repudiar. Sé que las autoridades de la Provincia están sobre el tema, se la ha asistido, y el Ministerio de Seguridad está haciendo lo necesario para que los responsables sean llevados a la Justicia.
“Lejos de los recortes, firmé la incorporación de 450 investigadores en el Conicet.” “El Presidente está muy bien. Tiene una gran claridad sobre lo que hay que hacer.”