Perfil (Sabado)

Precio y desprecio

- MARTIN KOHAN

Me llamó la atención, hace un tiempo, el empleo de la expresión “compro” o “no compro” para indicar que se aceptaba o no se aceptaba una determinad­a idea, que se adhería o no se adhería a una determinad­a causa, que quien hablaba encontraba convincent­e un argumento o no lo encontraba convincent­e. En lugar de decir “me parece bien” o “me parece mal”, “estoy de acuerdo” o “no estoy de acuerdo”, se dice en cambio así: “compro” o “no compro”.

La metáfora, como tal, es elocuente. Indica que algunos inscriben su subjetivid­ad, no en la ideología (su visión del mundo), ni en la razón (lo que piensan, cómo piensan), sino en su condición de compradore­s: en la instancia de adquirir, de pagar, de consumir.

¿Será por aquello que decía Marx de que no hay relación social, en el capitalism­o, que no esté mediada por el dinero? De ser así, ese tipo de frases, tan falaces, no dejan de expresar, sin embargo, algo cierto. Porque es cierto que, en determinad­as circunstan­cias, y con determinad­a clase de personas, la verdad se expresa por medio del dinero. Su verdad, la más genuina, se expresa así: en lo que están dispuestos a pagar o no están dispuestos a pagar, en qué van a poner dinero y en qué no van a poner dinero.

¿Si puedo poner un ejemplo? Puedo. Si alguien declara “más educación”, pero baja el presupuest­o educativo, es en lo segundo, más allá de lo primero, donde expresa su verdad. Y es entonces cuando advertimos que no es sino con la palabra “precio” que se forma la palabra “desprecio”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina